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Mira

11, noviembre 2023 - 23:25

┃ Rubén Beristáin

Tigres y América aburrieron con un empate sin goles. FOTO: Mexsport

América pudo hacer más historia, pero las circunstancias lo hicieron mostrar su versión más deslucida del torneo ante Tigres. Las Águilas terminaron como líderes, con la mejor ofensiva y defensiva, pero las marcas tan sonadas las mandó a volar. Ni los 42 puntos en 17 jornadas de Liga MX, tampoco la racha de más victorias ni la de mayor goles a nivel institucional. Ninguna se hizo realidad en el Volcán y hasta se salvaron de la derrota ante los felinos gracias a Ángel Malagón. 0-0 final.

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Con el liderato y el tercer lugar asegurados, respectivamente, Águilas y Tigres no se exigieron mucho en la Sultana. Con varias ausencias en ambos planteles como Nahuel Guzmán, Córdova y Lainez por los felinos, y Valdés, Álvarez, Suárez y Rodríguez por los americanistas. El pensamiento estuvo en Liguilla, ambos equipos se cuidaron y no apretaron el acelerador en ningún momento.

El primer tiempo fue para el olvido y ningún club fue un claro dominador. Algunos destellos, pero el juego se llevó a ritmo lento. Fueron minutos muy flojos por parte de dos de los mejores equipos del torneo, que irremediablemente hicieron un partido trabado, soso y sin emociones.

Cabecita, Quiñones y Henry Martín de la visita; Marcelo Flores, Herrera y André-Pierre Gignac de los de casa. Ninguno pudo ser determinante. El entendimiento al ataque fue escaso y la rapidez que tuvo la cancha por la lluvia que cayó en San Nicolás de los Garza en todo el día tampoco ayudó.

En el complemento, el equipo azulcrema se mostró más peligroso y con más intenciones de ofender. El aliciente fue alcanzar la marca de los 42 puntos, sólo que la contundencia no estuvo de su lado. Lo más cercano fue un disparo de Fidalgo y nada más.

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Los capitalinos insistieron lo más que pudieron. El naturalizado Julián Quiñones salió de cambio y el conjunto visitante perdió poder al ataque. Zendejas falló todo lo que tuvo, Cabecita no pudo solo y Henry tampoco ayudó.

El espectáculo nunca apareció en el Volcán. América bajó sus revoluciones y se conformó con el empate ante Tigres, y todas las marcas quedaron sólo como un sueño incumplido.