La sonrisa que acompaña a Chris Evert mientras se pasea por el complejo de Cancún en las WTA Finals es equivalente a la calidad que mostró como tenista profesional. La histórica jugadora avanza apurada todo el tiempo para cumplir con sus labores, pero a la vez, hace una pausa para regalar una firma o una foto a los aficionados que tímidamente se acercan al reconocerla.

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Si bien el mundo reconoce su leyenda en los títulos que ganó, el dominio abrumador en arcilla y la rivalidad con Martina Navratilova, ahora una de sus grandes amigas. Ella misma asegura que su legado, además de los números, por supuesto, es justo ese que cumple al regalar una sonrisa a una pequeña fanática, pues así como un día ella comenzó en el tenis, ese gesto puede ser la diferencia entre acercar o no a nuevos talentos al deporte que tanto ama.

“Mi legado en el tenis sería quizás… Oh, Dios mío, no lo sé. Creo que influir en otras chicas jóvenes a que jueguen al tenis, a involucrarse en el tenis. Creo que cuando inicié mi carrera era muy joven y no había niñas jóvenes que jugaran el circuito profesional. Y creo que yo abrí un camino para eso, para que las jóvenes tenistas se abrieran un camino”, confesó Evert en charla exclusiva con ESTO.

Y es que si uno echa ojo a sus números, Chris Evert simplemente fue impresionante. Ni el Big 3 o la mítica Serena han podido arrebatarle el honor de ser la tenista con el mejor promedio ganador de la historia. También es la segunda con mayor número de victorias y está en el top ten de ganadores de Grand Slam y mas semanas como número uno del mundo.

Al hacer un recuento de su trayectoria, Evert sonríe y confiesa su ‘secreto’, ¿qué la hizo una de las mejores en la historia?

“Creo que mi mejor cualidad como jugadora de tenis fue mi consistencia. El hecho de que creo que gané el 90% de mis partidos en mi carrera y creo que eso es un récord. Y también estuve en el top 4 durante 16 años. Así que creo que el hecho de que no tuve bajos en mi carrera. Estuve muy a nivel y muy consistente a nivel alto en mi carrera”, contó.

“El tenis es muy mental. Y creo que una de las características que necesitas es ser paciente y no ser tan dura contigo misma, no auto presionarte. Y tampoco mostrar a tu oponente cómo te sientes. Si estás muy enojado contigo misma, tu lenguaje corporal, todo cuando estás en el tenis debe ser positivo. Si no, probablemente no ganarás”, continuó, al mismo tiempo que confesó que justo eso es algo que le falta a algunas tenistas en la actualidad.

Pero si hay una, que entre todas se distingue, esa es Iga Swiatek y Chris lo reconoce, pues ve en la polaca la regularidad que a ella misma la llevó al éxito.

“Creo que ahora es más difícil porque hay más jugadoras. En los setentas y ochentas no había la cantidad de jugadoras que hay ahora. Es un deporte muy popular, especialmente para las mujeres. Así que es más difícil ser consistente. Pero creo que alguien como Iga Swiatek es la jugadora más consistente que hay ahora”, confesó.

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Los días de Evert en la pista ha quedado atrás, a sus 68 años vive satisfecha con todo lo que logró, aunque a veces, como todo, la nostalgia la invade y extraña esos días en los que competía.

“Sí extraño la competencia, no sé cómo describirlo, pero extraño toda la sensación de que físicamente, mentalmente y emocionalmente, tiene que estar en forma para competir. Y estás en otro mundo, estás muy enfocada todo el tiempo. Así que sí, a veces extraño la competencia”, confesó.