3, noviembre 2023 - 19:53
Los cementeros confían en la clasificación / Fotos: Ramón Romero | ENVIADO
Guadalajara.- La Perla Tapatía se sacudió por unos minutos, el expreso que partió desde La Noria llegó con la esperanza de mantener su oportunidad de avanzar a la Liguilla puesta en un partido trascendental.
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Cruz Azul arribó a Guadalajara con la ilusión intacta. Incluso, su gente, esa que nunca lo abandona, hizo el traslado hasta tierras tapatías para acompañar a su equipo como siempre lo hacen, en las buenas, en las malas y en las peores.
La espera fue larga. El equipo reportó que llegaría cerca de las cinco de la tarde y fue pasadas las seis que el camión oficial del equipo cementero se asomó en el horizonte del hotel de concentración que está a uno 15 minutos del estadio Akron, donde se jugarán toda la temporada.
La gente se acomodó en las inmediaciones del recinto. Después fue movida por la seguridad del inmueble y por último fue acomodada por el mismo personal atrás de unas rejas que colocaron para que los jugadores no tuvieran problemas al entrar.
La llegada del autobus enardeció a los cerca de 50 aficionados que comenzaron a cantar el clásico “¡Azul, Azul!” conforme se acomodaba el transporte. El primero en bajar fue Andrés Gudiño. El arquero levantó el ánimo cansado de los presentes, que gritaban para que el jugador se acercara.
LOS JUGADORES DE CRUZ AZUL AGRADECIERON A SU AFICIÓN
Carlos Salcedo, con una bocina y música, descendió para aplaudir a la gente, además de atender a todos aquellos que lo requerían. “¡Échale Titán, ya no falles!”, se escuchó desde un costado mientras el jugador solamente se reía.
Kevin Castaño pasó sin hacer mucho ruido. Un aficionado le habló, pero el colombiano prefirió entrar de inmediato. Diber Cambindo, Willer Ditta, Jesús Dueñas y Moisés Vieira continuaron con el recorrido de jugadores. Solamente el ex volante de Tigres decidió no atender a los presentes.
El más querido fue Uriel Antuna. El seleccionado mexicano recibió muestras de apoyo de todos los presentes, muchos le pidieron la camiseta, aunque el Brujo les dijo que después del encuentro lo buscaran.
Óscar Pérez y Joel Huiqui, Director Deportivo y Auxiliar técnico respectivamente, fueron reconocidos y se acercaron para firmar playeras. Las leyendas cementeras no pasaron desapercibidad.
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El último en bajar fue Juan Escobar, quien incluso bromeó con los presentes para demostrarles que está a muerte con el equipo. Así recibió Guadalajara a Cruz Azul, con la confianza de su gente intacta, pero pocas posibilidades de siquiera llegar al play-in.