El equipo femenil de sable encara los últimos meses rumbo a París 2024 con la confianza renovada. Las mexicanas saben que están cerca de cumplir el sueño de clasificar a los Juegos Olímpicos. En los próximos días, una vez que terminen su participación en Santiago 2023, enfrentarán una Copa del Mundo en Argelia, competencia que será fundamental en esas aspiraciones.

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“Lo que nos falta para clasificarnos a Juegos Olímpicos por equipos es nada. Tenemos que subir dos puntitos nada más y que Estados Unidos se meta entre los cuatro mejores del mundo. Si Estados Unidos se mete entre los cuatro mejores va el primer de América, ahorita Canadá nos saca dos puntos.

“Regresando de aquí, el 7 de noviembre salimos a una Copa del Mundo en Argelia, que es la primera Copa por equipos dentro de la clasificación. Después de eso nos quedan tres más para poder dar esa clasificación. Estamos trabajando muy duro, nos estamos concentrando, estamos dándolo todo para poder conseguir esa clasificación”, dijo al ESTO la sablista Natalia Botello.

La medallista de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018 sueña con regresar a una justa olímpica, ahora en la categoría mayor.

“Nos sentimos muy fuertes, más unidas que nunca, tenemos una meta fija que es clasificar a Juegos Olímpicos. Algo que yo siempre he anhelado es ir a unos Juegos Olímpicos y hacerlo también con mi equipo, porque siento que así se disfruta más”, dijo Natalia.

En los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, la esgrimista mexicana logró meterse hasta los cuartos de final, sin embargo, no pudo con la norteamericana Maia Chamberlain.

“La verdad me sentí muy contenta. No me sentí satisfecha porque supe que pude dar un poquito más en mi desempeño en la pista para poder llevar una medalla a México, pero bueno… De eso se trata el deporte. Siempre hay más bajas que altas. Esto al final me ayuda a darme cuenta de los errores que cometí. De lo que tengo que mejorar, para volver más fuerte la próxima competencia”, explicó la nacida en Baja California.

El hecho de ubicarse entre las mejores ocho del continente llena de confianza a la atleta de 21 años, sobre todo después de haber pasado por varios momentos complicados.

“La verdad, dentro de un periodo de seis meses hacia atrás, pasé por un proceso de depresión y ansiedad después de que en un nacional me empezó a ir un poquito mal. Después me lesioné. No empecé a tener la temporada que quería. La verdad la pasé muy mal. Para los Juegos Centroamericanos me fui con la cabeza hecha un nudo. Gracias a dios hemos ido saliendo poco a poco de eso, he controlado mis emociones, mejorando mis pensamientos, siendo un poquito más positiva. A comparación de cómo competí en San Salvador a cómo competí ahora en Santiago”, concluyó.

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Este viernes, el equipo femenil de sable debutará en estos Juegos Panamericanos, donde se medirá con las potencias del continente. Un buen parámetro para saber dónde están paradas de cara a la clasificación olímpica.