Con un doblete y una asistencia, Erling Haaland volvió a demostrar su superioridad en un derbi de Mánchester que controla a la perfección. Una vez más, quedaron manifiestas las diferencias entre un Manchester City excelso y un Manchester United más que perdido.

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Los dos goles del ‘cyborg’ noruego, que el año pasado en su primer derbi hizo un ‘hat trick’, fueron la consecuencia del dominio al que el City se ha acostumbrado.

André Onana intentó remediar sus errores del inicio de la temporada. Incluso le hizo una doble atajada a Foden y Haaland, sin embargo, no fue suficiente. El primero cayó por la vía penalti, desde donde el noruego no perdonó.

Pep Guardiola había dispuesto su esquema de forma que Bernardo y Grealish se doblaran constantemente por la banda y volvieran loco a Diogo Dalot. El portugués nunca sabía si seguir al que doblaba o quedarse con el de la pelota. En una de estas, se quedó con Grealish cuando este cedió la pelota a Bernardo.

El portugués llegó hasta línea de fondo, picó la pelota y Haaland entró como un obús en el segundo palo. No hubo milagro de Onana y el partido estaba en el bolsillo de Guardiola y del City.

Pudo Haaland a partir de ahí disfrutar de su ‘hat trick’, lo que le hubiera convertido en el primer jugador en la historia con dos tripletes ante el United, pero el noruego falló un mano a mano contra Onana y cuando volvió a estar solo ante el camerunés prefirió cederle el honor a Phil Foden, que redondeó el marcador y volvió a dañar el corazón de Old Trafford, que un año más no puede competir con su vecino.

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El City no pierde ritmo con el Tottenham Hotspur y con 24 puntos está a dos del líder, mientras que el United es octavo, con quince unidades.

Con información de EFE