La magia no sólo es cuestión de cuentos de hadas o películas; la magia también es asunto de los Harlem Globetrotters y quienes asistieron la noche del viernes a la Arena BUAP para presenciar el regreso de Los Trotamundos a Puebla lo saben.

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El baloncesto de los Harlem es baloncesto de fundamentos, nada que un equipo bien entrenado no sepa.
Pero a diferencia de un equipo común, los Harlem ejecutan a máxima velocidad una coreografía digna del Bolshoi: constante movimiento del balón con los bailarines cortando hacia el canasto y luego un Bing Bang hacia el canasto: sí, clavada para el póster o para la foto del aficionado que va directo a Instagram o Tik Tok.

A todo eso agréguele su dosis de comedia, interacción con la afición desde la previa al final del partido, regalos y hasta besos en la mejilla… todo en buen rollo, porque si algo promueven los Harlem Globetrottets son buenos valores: fraternidad y trabajo en equipo, nada mal para un equipo que está a punto de cumplir 100 años y está en su enésima vuelta al planeta.

Quienes fueron a ver a los Harlem a la Arena BUAP el viernes, su boleto se pagó con creces.
Por cierto, el juego ante Los Generals (rivales de toda la vida de los neoyorquinos) quedó 91-61 a favor de los Globetrotters.

Tras visitar Puebla por primera vez desde el 2019, Los Trotamundos van a Monterrey. La Sultana del Norte es el último punto del quintero de Harlem por su viaje en el 2023 por México.

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