El Bayern se impuso por 1-3 al Galatasaray en un partido en el que pasó por fases de mucho sufrimiento, sobre todo en la primera parte, ante un equipo turco que tuvo momentos de clara superioridad en todos los aspectos.

Tal vez te interese: Edson Álvarez confiesa que Bayern lo buscó, ¿por qué no llegó?

Al final pudo más el poder del Bayern y la efectividad ante la portería contraria ante un Galatasaray que salió con una presión alta muy intensa. A pesar de todo, el equipo de Múnich se encontró con el primer gol antes de los 10 minutos gracias a Kingsley Coman. Marcó con un remate de pierna derecha al segundo poste a pase de Leroy Sané desde el otro costado del área.

A pesar de todo, los turcos siguieron con el dominio en su casa. Sven Ulreich tuvo varias buenas intervenciones hasta que en el minuto 28 no pudo hacer nada ante un penalti cobrado por Mauro Icardi.

La presión del Galatasaray siguió. Poco antes de que acabara la primera parte, tras una pérdida de pelota de Joshua Kimmich, Icardi estuvo cerca del segundo con un remate que pasó ligeramente desviado.

Bayern encontró la llave en el complemento

El Bayern sufrió y mucho. A medida que pasaban los minutos en la segunda parte se empezó a observar una ligera mejoría y el club bávaro logró soltarse con mayor frecuencia de la presión del Galatasaray.

La mejora fue suficiente para que, contra la lógica que se traducía de lo que estaba pasando en el campo, el Bayern encontrara el segundo gol por medio de Harry Kane. El segundo gol se originó en un avance por la derecha. Jamal Musiala recibió un balón en el costado del área y centró para que Kane marcara en dos tiempos.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

El Bayern tenía más espacios porque el Galatasaray pagaba el desgaste de la presión adelantada por la que había optado y para la que ya no le alcanzaban las fuerzas. Después del 1-2 el equipo turco trataba de darse un respiro con varios cambios pero eso no impidió que el Bayern encontrara el tercero, marcado por Musiala en el minuto 80 a pase de Kane desde la izquierda de área.

El tercer gol apagó el estadio que durante la mayor parte del partido había apoyado frenéticamente al Galatasaray, que lo había dado todo pero que al final terminó sucumbiendo ante el oficio y la efectividad del Bayern.