Sergio Ramos y el Real Madrid se reencontraron luego de que el zaguero saliera de la Casa Blanca hace un par de años. El español fue protagonista de un partido bravo en el que se terminó por encarar con Antonio Rüdiger y con Vinicius.

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La realidad es que a Ramos le sentó bien jugar contra los de Chamartín. En la zona baja evitó que el peligro creciera. Una jugada peligrosa nació con un centro raso de Kroos, pero Ramos evitó el gol con la rodilla. David alaba ya se saboreaba el remate.

Además, en cada pelota que buscaba el corazón del área, Ramos aparecía con el cabezazo salvador. Solamente Vinicius pudo ganarle en un mano a mano.

Sergio Ramos mostró siempre el carácter fuerte que tiene y cuando tuvo que chocar con Antonio Rüdiger, empezaron los piques.

Cada pelota detenida se encontraban y la rivalidad sacó chispas. Tanto así que cuando el español dio un manotazo a Bellingham, Rüdiger fue por él para recriminarle. El exjugador del Real Madrid lo tomó del rostro y el resto de los futbolistas fueron a separarlos.

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Con Vinicius también llegó a las palabras, pero al final, pudo saludar a todos los amigos que dejó en el Real Madrid. Los puntos se dividieron en el Sánchez Pizjuán y quedó para la anécdota el bravo reencuentro con una leyenda merengue.