La Federación de Suecia pidió a sus aficionados presentes en Bruselas para el partido de clasificación a la Eurocopa 2024 que regresen lo más rápido posible a sus hogares. Esto después del atentado que acabó con la vida de dos suecos.

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“Les hemos dicho a todos que guarden sus camisetas azul y amarillo, y que regresen a sus hogares”, explicó Martin Fredman, responsable de la seguridad de la Federación.

No se rentará ningún vuelo especial para la ocasión. Todos los aficionados fueron invitados a tomar su boleto de regreso y a seguir las recomendaciones comunicadas por las autoridades suecas. Especialmente ocultar todo distintivo que indique que son originarios del país escandinavo.

Los vuelos con llegada en Estocolmo, capital de Suecia, se realizarán de forma “fragmentada e individual”.

La Cruz Roja estará presente en los dos aeropuertos de la capital, en Arlanda y Bromma, para recibir a los aficionados, ofrecerles ayuda y apoyo. 

“Como suecos, no estamos acostumbrados a ser objetivos de ataques“, afirmó el responsable de la seguridad.

¿Qué pasó con los aficionados de Suecia en Bruselas?

Dos aficionados suecos que iban a presenciar el partido de clasificación para la Eurocopa 2024 entre Bélgica y Suecia resultaron muertos y otro fue herido en la capital belga a manos de un tunecino de 45 años radicalizado, y que fue abatido por la policía.

El responsable de la seguridad de la Federación Sueca describió una noche de gran preocupación para los aficionados.

Una vez el estadio fue evacuado, los cerca de 400 aficionados suecos fueron reagrupados y contabilizados por la policía belga.

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Hacia la madrugada, varios autobuses fueron puestos a disposición de los suecos para transportarlos a sus respectivos alojamientos.

“Yo mismo iba en el último autobús. La sensación de estar en un autobús por las calles de Bruselas con un gran número de policías provistos de armas automáticas para ayudarnos a llegar a nuestro hotel es algo que pocos de nosotros habíamos vivido antes. Sin embargo yo he trabajado como policía toda mi vida“, confesó Martin Fredman.