Guanajuato, Gto.- El paisaje cultural de la Villa Histórica de Guanajuato comprende una gran colección de edificios neoclásicos y barrocos, mismos que son imperdibles para todos los asistentes a la Carrera Panamericana, la vista total de esta gran urbe puede ser deleitada desde el monumento a uno de sus grandes personajes históricos, el Pípila.

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En la cima del Cerro de San Miguel se ubica una gran figura de piedra café de Juan José de los Reyes Martínez Amaro, conocido popularmente como “El Pípila”. Quien fue la figura fundamental en la lucha por la independencia de nuestro país.

Los locales acceden a este gran mirador rodeando la gran montaña, atravesando sus estrechos callejones empedrados, los turistas gustan de tener a su disposición el Funicular, una especie de tranvía inclinado de 102 metros en vía y 76 de altura. Por 35 pesos en viaje sencillo y 70 en redondo se puede admirar de un lento recorrido ascendente.

Un par de segundos bastan para llegar a la cima de la montaña, es necesario atravesar un pasillo con algunos comercios de Plata y oro con piezas provenientes de las minas que rodean el centro histórico de la ciudad para acceder el último tramo de escaleras que llega al gran balcón.

LOS ASISTENTES A LA CARRERA PANAMERICANA NO SOLO PUEDEN VISITAR ‘EL PÍPILA’

La gran escultura de 10 metros de ‘El Pípila’ recibe a los miles y miles de turistas que buscan admirar la colorida capital guanajuatense. Con celular en mano y rostros de asombro cada visitante posa en la orilla del mirador. Un par de segundos son más que suficientes para alcanzar a distinguir los grandes edificios característicos, la Alhóndiga de Granaditas, la gran Mina de San Juan de Rayas, la Catedral de Guanajuato, entré otros.

Aunque algunos pagan por el descenso a las calles del centro histórico, otros varios prefieren recorrer a pie el camino de vuelta para tomarse alguna postal del recuerdo en las pintorescas casas de la región. Las paredes de piedra y las estructuras de madera combinadas con los pequeños balcones de sus edificaciones hacen especial el recorrido por las enredadas calles, en las cuales es fácil perderse.

Estos detalles hacen especial una ciudad que día a día escala más los cerros, año con año una casa más arriba de la otra hace más grande esta joya del Bajío. Guanajuato qué deriva del purépecha Quanaxhuato sigue haciendo alusión a su nombre como “Lugar de muchos cerros”.

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