Por Román Ortega | El Occidental

“Justo cuando nos desalojaron, empezaron los ataques más importantes en Tel Aviv y pues empezaron a resguardar a la gente. También sé que en el aeropuerto hubo unos ataques de drones justo cuando nosotros ya íbamos como unas cinco horas después de que nosotros nos fuimos, supe que al día siguiente hubo más ataques y suspendieron todos los vuelos en el aeropuerto. Entonces creo que nos sacaron en el momento preciso”, así narró su salida de Israel, la entrenadora tapatía de la Selección Nacional de Gimnasia Rítmica Blajaith Aguilar.

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Después de casi 27 horas de vuelo a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, incluidas cuatro escalas, en Turquía, Irlanda del Norte, Canadá y Estados Unidos, las gimnastas llegaron a la ciudad de México el pasado miércoles después de haber estado tres días varadas en Israel por los ataques del grupo terrorista Hamas.

¿CÓMO REGRESÓ LA SELECCIÓN NACIONAL DE GIMNASIA RÍTMICA?

En entrevista vía zoom, relató que personal de la Secretaría de la Defensa Nacional fue por ellas hasta el complejo deportivo en el que se encontraban refugiadas en la ciudad de Netanya, a 15 minutos de Tel Aviv.

“Fue por nosotros de la agregaduría del Ejército Mexicano en Israel, fue por nosotros el coronel Humberto García, él estuvo ahí con nosotros, fue por nosotros junto con otro vehículo y nos llevaron al aeropuerto Ben Gurión en Tel Aviv, donde iba a ser la salida”.

REGRESAR A MÉXICO FUE UN PROCESO LARGO

Una vez que llegaron a la terminal aérea, pasaron la aduana, documentaron su equipaje e hicieron el check-in. Pasaron el área de seguridad y les asignaron una puerta en donde ya los estaba esperando el personal de la Fuerza Aérea Mexicana.

“Llegando ahí, bueno, tuvimos que esperar las indicaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores para saber cuál era la lista y cómo iban a hacer la división de las aeronaves”.

Ahí esperaron unos minutos y después abordaron unos camiones pequeños que las llevaron hasta donde estaba el avión mexicano, más al pendiente de ellos en donde había 140 mexicanos que contaban, ya no las horas sino los minutos para despegar rumbo a casa.

Después de largo vuelo, todos los pasajeros, incluidas las gimnastas, sintieron un gran alivio al tocar suelo mexicano.

“Mucho alivio y mucha felicidad, como un peso que te quitas de encima. Yo la verdad el día que llegamos caí muerta, llevaba tres días sin dormir por el estrés y no sabía qué iba a pasar“.

Este viernes, las gimnastas retomaron sus entrenamientos de cara a los juegos Panamericanos de Santiago de Chile que se llevarán a cabo del 20 de octubre al 5 de noviembre.

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