En el deporte, hay victorias que significan más que otras, por la manera en la que se dan, por los rivales que se tienen enfrente. Las expectativas que generó el enfrentamiento entre los 49ers y los Cowboys fueron proporcionales al dominio que impuseieron los 49ers sobre Cowboys, un 42-10 que supone un verdadero golpe de autoridad entre dos equipos que probablemente se volverán a enfrentar más adelante, en los playoffs.

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Tras dos temporadas consecutivas de enfrentarse en la postemporada y con los ecos de la rivalidad de hace décadas, las sensaciones del domingo por la noche eran de partido grande. Muy pronto, sin embargo, los 49ers se encargaron de desmontar la teoría de un choque de fuerzas. En el Levi’s Stadium solo hubo un equipo.

Mucho se habla sobre la variedad de opciones que tienen los 49ers al ataque. La sentencia reiterada de que las defendidas, por más que sean elite, como la de los Cowboys, no saben a quién cubrir. Kyle Shanahan se aprovecha de dicha confusión y lo mismo puede hacer figura a Christian McCaffrey o. Su ala cerrada George Kittle.

POR TIERRA FUERON PODEROSO

San Francisco movió las cadenas con soltura en la primera serie y algo de profético gacha en todo eso. La combinación del juego terrestre con frialdad de Brock Purdy rindió sus frutos y sin respuesta los gambusinos pusieron los primeros puntos, con pase a Kittle.

Tras ese primer touchdown, la defensiva de los Cowboys logró frenar un poco el vendaval y convirtió el partido en un duelo de defensivas, pero solo por unas series. Los 49ers pronto descifraron el embrujo de la unidad de Dan Quinn y dieron paso a una exhibición en todas sus líneas.

Fue George Kittle el más destacado del encuentro, como un arma letal en la zona roja, en un alarde a los viejos tiempos. El ala cerrada volvió a verse imponente y logró conquistar en dos ocasiones más la zona prometida, como gran cómplice de un Purdy que sigue sin cometer errores, ni con Micah Parsons enfrente.

San Francisco también se dio el lujo de darle el balón a Christian McCaffrey en la zona roja, para extender su racha de touchdowns a 14 partidos en fila, incluso cuando poco antes había desaprovechado una oportunidad con un fumble a una yarda de las diagonales.

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PRESCOTT TUVO UNA NOCHE PARA EL OLVIDO

Con el dominio absoluto salió a relucir también el poder de la defensiva de San Francisco. Los 49ers secaron a la ofensiva de Dak Prescott, capturado en tres ocasiones e interceptado en otras tres. La unidad defensiva de los gambusinos robó cuatro balones y fue parte activa de la vapuleada.

Con todo decidido, Kyle Shanahan mandó a los suplentes al campo y en ese escenario del tiempo basura aumentaron la ventaja con una escapada de 26 yardas por parte de Jordan Mason.
San Francisco se puso con marca de 5-0 y dio un golpe de autoridad ante uno de sus rivales de conferencia. Brock Purdy terminó el partido con cuatro pases de touchdown y la noche fue redonda en Santa Clara. De momento, aún no hay quien los pare en esta liga.