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Mira

7, octubre 2023 - 22:47

┃ Arturo Méndez

Chino Huerta falló su primer penal, pero tuvo su revancha. FOTO: Ramón Romero | ESTO

Hay un jugador que se ha ganado el cariño de la afición auriazul en los últimos meses, Chino Huerta. El jugador está brillando con sus actuaciones dentro del campo y esto ha sido recompensado por la grada. Ante Cruz Azul el silbante César Ramos marcó la pena máxima en contra del equipo celeste y fue el número 17 quien tomó el balón.

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El gran sector de seguidores felinos que inundó las tribunas superiores a la zona de prensa como en el partido ante las Águilas se mostró expectante ante el cobro del Chino. Se perfiló y de pierna derecha sacó un disparo poco potente que Andrés Gudiño atajó recostándose a su derecha. Los gritos y lamentos de los auriazules se escucharon fuertemente.

Contrario a lo que se pudiera esperar la Rebel, ya que comenzó a corear el nombre del atacante mexicano: “Ole, ole, ole, ole… Chino, Chino”. Los abucheos no estuvieron en sus intenciones, respaldaron a su jugador sabiendo que este podría responderles en cualquier momento.

El futbol es de revanchas y la de César Huerta no tardó en llegar. Justo cuando el partido siguió su curso, en un par de minutos el VAR avisó por radio al central una anomalía. Rápidamente el silbato sonó y la indicación fue repetir el tiro. Nuevamente fue el Chino quien tomó el esférico y rodeado de sus compañeros que lo cuidaron de las provocaciones del guardameta azul se concentró para su segunda oportunidad.

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Esta vez no erró, un sutil derechazo envió len balón a la izquierda de Gudiño, quien se tiró por segunda vez a su derecha esperando que repitiera el envío. Por segunda ocasión en la primera mitad el grito de “Chino, Chino” retumbó en el coloso de Santa Úrsula, parece ser que Pumas cada vez busca demostrar el porqué llaman al Azteca “su segunda casa”.