Es una imagen recurrente, el verla volar, como un torbellino. La gimnasta mexicana Alexa Moreno ha construido su legado desde el aire, en cada salto, pero algo hay en ella que cada que aterriza logra mantener los pies en la tierra. Esa metáfora utilizada para quien tiene plena consciencia de su entorno.

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En su carrera, Alexa ha sido dos veces olímpica, y próximamente tres, cuarto lugar en Tokio 2020, medallista mundial, multi campeona centroamericana. El palmarés le vale para ser considerada la mejor gimnasta en la historia de México, sin embargo, el camino que ha tenido que seguir no ha sido fácil.

Alexa suele caminar con una sonrisa por los gimnasios. Su andar es inconfundible, con su cabello colorido, a veces verde, a veces rosa y otras tantas hasta azul. El paso de los años le ha dado cierta calma, ya no corre, sino que prefiere disfrutar todas esas cosas que en algún momento le generaban angustia.

Muchas de esas experiencias están escritas en su libro “Singular y extraordinarias”.

La gimnasta suele hablar sin reservas de los temas que por años se han callado. Su voz resuena como una guía para las nuevas generaciones que ahora entienden que es normal sentirse abrumado por el ritmo frenético del deporte de alto rendimiento, y las dudas de llegar a cumplir los objetivos.

“Mis inseguridades son las que más me meten el pie. Es como, ¿de verdad voy a llegar? ¿de verdad me va a salir? ¿de verdad voy a poder?, y así sigo, es como si me estuviera jalando yo sola”, explicó en una entrevista con la periodista Adela Micha.

En su carrera también ha tenido que luchar contra el bullying, las críticas desmedidas a su físico cuando la conversación pedía a gritos enfocarse en lo deportivo. Tras su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Aquella experiencia marcó su camino, lejos de caerse forjó su carácter y dejó de lado los estereotipos.

“Cuando supe fue un poquito difícil, fue un poquito duro porque a nadie le gusta que lo critiquen, pero ya pasó. Yo era muy consciente de que lo que estaban diciendo no tenía sentido porque las personas… mi entrenador o la técnica de la federación me dijeron. ‘Hiciste buen trabajo ́, y esas personas saben de gimnasia, saben quién soy”, recordó.

“Estas personas no valen la pena mi atención y no me va a ayudar a crecer tampoco, no es una crítica constructiva”, y destacó el papel que juegan las redes sociales en deportistas como ella. Es difícil y las redes sociales son un arma de doble filo, yo por eso no me meto tanto”, agregó.

A Alexa le gusta escribir, el animé y escuchar música coreana. Es fanática de los grupos de K-pop que han revolucionado la industria. Al ritmo de esos acordes pegadizos suele entrenar una y otra vez los saltos que presentará en las competencias. Ese momento destinado a volar.

Arquitecta de profesión, sueña con poner un gimnasio digno de los anhelos de los deportistas. Echar a volar su imaginación y darle vida a un mejor lugar para que los gimnastas se preparen y compitan en la élite.

Así es Alexa Moreno, la gimnasta que en el próximo verano competirá en sus terceros Juegos Olímpicos, una meta que se planteó de a poquito, conforme fue recuperándose de dos operaciones hasta sentirse con fuerza de buscar una plaza, hasta conseguirla.

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