Ni la inseguridad, ni el horario y mucho menos la lluvia, nada detuvo la pasión de los aficionados para ver una edición más del Clásico Nacional entre América y Chivas. La pasión probó ser inquebrantable una vez más aunque eso sí, el aguacero al sur provocó bastante caos en los alrededores y en las entradas del Estadio Azteca.

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La lluvia comenzó a caer sin piedad desde las cinco de la tarde, y se prolongó hasta las 18:30, cuando los aficionados comenzaron a llegar. La explanada principal tuvo varios encharcamientos, en especial justo en la entrada al Coloso de Santa Úrsula. Lo que provocó que los asistentes trataran de evitarlo al hacer filas a su alrededor y por el poco espacio, la longitud de estas llegaban hasta Calzada Tlalpan.

El caos de la espera por ingresar llegó hasta el puente peatonal que se conecta con la estación del tren ligero. Por momentos, nadie pudo entrar ni salir de los torniquetes del transporte público hasta que poco a poco todo empezó a fluir.

Durante 30 minutos la tormenta cedió, pero regresó más fuerte para las 19:00 horas y ahora sí, el caos fue total. Las entradas peatonales colapsaron y la gente comenzó a incomodarse por el lento avance bajo la lluvia. El estacionamiento de la puerta tres siguió por la misma línea. La calle para rodear al inmueble simplemente no avanzaba y entre los cobros de cuota para dejar el vehículo, los aficionados que caminaron en media calle, además de la reducción de carriles por cerco de seguridad establecido por más de 2500 elementos.

Los equipos, que por lo regular llegan a los estadios dos horas del partidos, tardaron hasta 30 minutos más por el caos vial. Y justo antes de que tanto azulcremas como rojiblancos arribaran, el estacionamiento cerró sus puertas al alcanzar el cupo máximo. Lo que molestó aún más a los asistentes.

América llegó envuelto de gritos de pasión, porras y hasta fuegos artificiales. Chivas, por el contrario, recibió cuanta mentada de madre se imaginaban los seguidores de las Águilas. Inclusive hasta un contenedor de plástico fue aventado al su camión, pero no pasó a mayores.

La fiesta quería explotar, pero una vez más las entradas colapsaron. Ahora el tema fue la falta de Fan ID en varios aficionados, además de varios encharcamientos ya dentro del estadio y el descenso de agua por algunas de las escaleras que acceso que hacían parecer como cascadas. El personal del dos veces mundialista tardaron en resolverlo.

Sin embargo, ninguno de los detalles antes mencionados terminó con la fiesta única de un Clásico Nacional. Los colores se lucieron en todo momento, los cantos y la cerveza bajo la lluvia que, por más que lo intentó, falló en arruinar el partido más importante de México.

AFICIONADOS PIDEN QUE EL AZTECA SE REMODELE A LA BREVEDAD

Los aficionados notan cada vez más que el Estadio Azteca se encuentra en un declive. La falta de cuidados y la remodelación siempre anunciada pero nunca ejecutada hacen sentir a los asistentes que el inmueble es demasiado viejo, y esperan que todo se arregle a tiempo para el Mundial del 2026.

“¿A poco vamos a recibir aquí a Messi o a Mbappé? Es una vergüenza, siempre se encharca, llegar es un relajo y está lleno de revendedores”, dijo a ESTO el señor Ignacio, aficionado del América.

Asimismo, otros tantos pidieron remodelar el estadio para dar una buena imagen hacia el futbol exterior.

“Los de otras selecciones van a llegar y ver que hay charcos afuera, poca luz e inseguridad. Yo creo que van a decir ‘¿aquí jugó Maradona o Pelé? Por dentro esta muy bonito, por fuera le falta ya una mano”, comentó Esteban, fanático de Chivas.

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