Arantxa Sánchez Vicario tenía un talento descomunal en la pista. El gran trabajo que hacía como tenista profesional la ayudaron a ganar una fortuna que fue estimada en unos 15 millones de euros en premios, así como más de 35 millones en patrocinios. Incluso, fue la mejor del mundo en 1995.

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A pesar de tener un matrimonio y dos hijos, ella declaró en varias ocasiones que su expareja era el origen de sus problemas con la ley, pero también económicamente. Se debe destacar que la propia Arantxa aseguró que su exesposo se llevó hasta sus trofeos en el momento de la separación.

La situación que vive creció y creció tanto que, la Fiscalía pide cuatro años de cárcel para quien fuera tres veces campeona de Roland Garros, también para Josep Santacana, su exmarido. Las acusaciones en su contra son por ocultar su patrimonio para evitar el pago de una deuda millonaria.

Para poder condonar su deuda, Arantxa Sánchez Vicario tiene que ingresar la mitad de su dinero al Banco de Luxemburgo. Hasta el momento se estima que ha pagado 1.9 millones de euros.

“Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida”, aseguró.

El juzgado penal número 25 de Barcelona juzgará a la extenista catalana y a seis personas más por haber vaciado sus cuentas y escondido patrimonio con la intención de que no la embargaran por una deuda con Hacienda.

Arantxa Chávez Vicario acusa a su marido de su situación

La otrora tenista número uno del mundo siente resentimiento por su pareja, tanto que incluso se borró los tatuajes que tenía de él, cuenta ABC. No es todo, culpa a su expareja de que parte de su patrimonio desapareciera.

“Ganar lo que gané me costó kilómetros corriendo en la pista, horas de entrenamiento, sacrificio y esfuerzo. Me lo tuve que ganar, nadie me regaló nada. Lo que es mío es mío, y de mis hijos. Eso es lo que más me motiva para recuperarlo”, dijo durante la entrevista

“Mi error fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora”.

¿Por qué juzgarán a la ex número uno del mundo?

No es algo reciente que Arantxa Sánchez Vicario tenga problemas con la ley. Todo comenzó a finales de los 80, cuando la tenista puso su residencia en Andorra, algo que fue investigado por Hacienda. El fisco español consideró que Sánchez Vicario vivía en Barcelona con sus padres y no en donde había declarado.

Entonces llegaron las demandas. La extenista peleó, pero el Tribunal Supremo desestimó su recurso con una sentencia que la condenaba al pago de 3 millones 487 mil 216.50 euros.

El Banco de Luxemburgo intentó ejecutar su sentencia para cobrar el aval y encontró que la persona que presuntamente tenía un patrimonio de unos 30 millones de euros no tenía la capacidad de pago. Es más, no había ni una propiedad para saldar la deuda.

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Entonces se presentó una querella ante los juzgados de Barcelona por alzamiento de bienes. Esto es cualquier movimiento de un acusado que dificulte la aplicación de una condena. Ahora Arantxa enfrenta una deuda de 6.6 millones de euros y una posible pena de prisión.

El proceso comenzó este martes y se alargará hasta el viernes, aunque hay fechas para finales de octubre en caso de que el procedimiento se alargue más de lo esperado.