En el pasado reciente, a Querétaro le costó 52 partidos para volver a ganar lejos del estadio La Corregidora, pero en el actual torneo, es fuera de su hogar donde más cómodo se siente. El equipo plumífero se metió al estadio Victoria para bajarle el switch a un Necaxa que ni siquiera mostró chispazos en un centenario que es para el olvido, 0-1 final.

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El Gallo Blanco no canta mal, lo demostró al ser la sorpresa en la Leagues Cupo. Además, en el TSM, allá por la fecha uno, se llevaron el triunfo, y ahora, la cancha aguascalentense fue conquistada por el cuadro de Mauro Gerk, que, además, tiene dos encuentros pendientes, uno ante América y otro ante Atlas.

El juego tardó en encenderse. Necaxa y Querétaro se midieron con pocas emociones. Fue la lesión de Jonathan Perlaza la que se llevó todas las miradas. El ecuatoriano se comió un amague de Garnica y la rodilla se le quedó pegada en el césped. Entre lágrimas, el sudamericano tuvo que abandonar el duelo mientras la camilla le ayudaba a retirarse rumbo al banquillo.

Gallos se motivó. Sanvezzo, Sepúlveda, Barrera y Jimmy Gómez comenzaron a generar peligro. Unsain, tuvo que aparecer en hasta cuatro ocasiones para evitar que su portería fuera agujerada. El descanso llegó al Victoria con un tenue abucheo.

El inicio del complemento trajo a un equipo queretano valiente. Barrera quedó solito frente a Unsain, pero su disparo se fue por un costado. Parecía que el partido no tendría grandes emociones, aunque Gularte se animó a anticipar una pelota en medio campo. La pelota botó en el área ante la nula cobertura de Chancellor y Peña. Sepúlveda, con la picardía que lo caracteriza, la prendió con gallardía. La pelota movió la red ante el lance del arquero argentino.

Dudamel mandó la artillería al campo. Édgar Méndez y Misael Domínguez fueron al terreno de juego. Pequeños rayitos se vieron en los pies de Mantilla y Batista, pero el gol, ese que evitaría la derrota necaxista, nunca llegó.

No hubo más en el Victoria, que despidió a sus Rayos con un sonoro abucheo, luego de que Querétaro volvió a cantar en el torneo… Y no lo hacen mal.

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