Hace 43 años, en Itauguá, Paraguay, nacía uno de los hombres que se ganó el corazón del americanismo con goles. Salvador Cabañas Ortega, mejor conocido como el Mariscal, comenzó su vida sin saber que muy lejos de ese lugar, llegaría a sentirse como en casa en el estadio Azteca.

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Desde muy pequeño mostró todo su talento para el futbol, y pese a que muchos lo frenaron por su estatura y complexión, Chava, como lo conocían sus más allegados, jamás se sintió menos en el terreno de juego.

Poco a poco, la vida lo llevó a los campos de futbol, hasta en 1998, comenzó su carrera con el equipo 12 de Octubre, donde marcó hasta en cuatro ocasiones en su debut. Un año fue suficiente para que Cabañas impresionara a todo y fuera a préstamo a una de las escuadras históricas de su país, el Guaraní. En los amarillos no tuvo regularidad y prefirió volver a su primer equipo para aportar ocho goles más.
El Audax Italiano de Chile decidió apostar por él. Para el torneo Apertura 2003, Cabañas se llevó el título de máximo goleador con 18 anotaciones, para mostrar la clase de romperredes que era.

El futbol mexicano le abrió las puertas. Jaguares de Chiapas lo contrató de cara al Apertura 2003, donde si bien tuvo un periodo de adaptación de un campeonato, donde sólo marcó cinco anotaciones, necesitaba de un socio en el ataque para explotar por completo. La llegada de Sebastiao Pereira, apodado Didi, al equipo chiapaneco, ayudó a que Chava mostrara su máximo potencial. Con 15 anotaciones, junto a Bruno Marioni de Pumas y Andrés Silvera de Tigres, se llevaría el campeonato de goleo, aunque no sería el único. Para el Clausura 2006, Cabañas ya era de los referentes de la liga y levantó su segunda presea de anotaciones con 11, igualmente compartido, pero ahora con Washington Sebastián Abreu.
Con 61, Chava se convirtió en el máximo goleador de la franquicia, un hecho que se mantuvo hasta la desaparición de los felinos en 2017, cuando se mudaron y actualmente se les conoce como Gallos Blancos de Querétaro.

Los rumores comenzaron a sonar cada vez más fuerte, Tigres. Equipo que lo tuvo como refuerzo para la Copa Libertadores, pensó seriamente en llevárselo a San Nicolás de los Garza, pero fue el América el que pagó poco más de 4 millones de dólares por su carta para armar un equipazo junto a Claudio López, Matías Vuoso y Cuauhtémoc Blanco. Lastimosamente para las Águilas, las figuras se fueron en un abrir y cerrar de ojos. Chava, junto a Guillermo Ochoa, se convirtieron en los referentes de un equipo azulcrema que comenzó a vivir etapas poco antes vistas, desde ser último lugar general, hasta verse involucrado en temas de descenso.
Cabañas evolucionó como jugador. Sus actuaciones en las Águilas comenzaron a hacerlo leyenda. Se convirtió, con la playera azulcrema, en dos veces campeón de goleo del torneo de clubes más importante del continente, la Copa Libertadores de América. Las ediciones 2007 y 2008 fueron las que lo vieron como el mejor delantero, en la primera con 10 anotaciones y en la segunda con ocho. Compartido con el atacante del Cruzeiro, el boliviano Marcelo Martins Moreno. Los mejores equipos fueron víctimas de Cabañas, desde el multicampeón de la competición, River Plate, hasta los siempre peligrosos Santos. Flamengo, Universidad Católica, Colo Colo, Libertad, El Nacional, Libertad y los equipos a los que más dianas les hizo, tres en total, al Banfield argentino y al Sporting Cristal del Perú.

Aunque no sólo fue referente en su club, también en la Selección Paraguaya, con la que debutó en 2003. Siempre a la sombra de José Saturnino Cardozo y Roque Santa Cruz, hasta que. Rumbo a la Copa del Mundo de Sudáfrica, se convirtió en ese Mariscal que necesitaban los guaraníes. Llevándolos al Mundial gracias a sus seis anotaciones, la más recordada en un tiro libre frente a Colombia en Bogotá.
Chava hizo historia en América en 160 partidos, marcó 98 goles y repartió 16 asistencias. Un ídolo que la gente nunca olvidó y que terminó su etapa con los cremas un 25 de enero del 2010. Cuando sufrió un atentado que casi lo deja sin vida. Después del balazo que recibió, Cabañas pasó mucho tiempo en recuperación, para intentar volver al futbol con el 12 de Octubre. Después el Club General y por último el Tanabi de Brasil, todos sin nada destacable.
Así fue la carrera del Mariscal, un jugador diferente que vio truncada su carrera en el momento. En el que iba a jugar un Mundial como referente de su Selección y soñaba con la Liga MX como americanista. ¡Feliz cumpleaños, goleador!

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