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31, julio 2023 - 16:38

┃ Eduardo Pigeón

México quedó eliminado en la clasificación al Mundial después de ser último del Grupo A _ Foto_ Especial

La Selección Mexicana femenil de futbol no consiguió su pase al Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023, pero cuenta con una simbólica representación en la selección de Estados Unidos, con las jugadoras Ashley Sánchez y Sofía Huerta.

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Nacidas en Estados Unidos, las dos jugadoras de ascendencia mexicana se estrenan en el Mundial como parte de la plantilla de la vigente bicampeona y favorita para revalidar el título, sin olvidar sus raíces.

Ashley Sánchez externó que está muy contenta de inspirar a jugadoras de su país: “Cuando estaba creciendo, nunca vi en la selección estadounidense un apellido con el que me identificara, así que es simplemente increíble que tenga esta oportunidad de inspirar a muchos pequeños y pequeñas”, contó la nacida en California, a la revista People en Español.

La volante del Washington Spirit, quien nació hace 24 años en Pasadena, California, tiene sangre mexicana por parte de sus abuelos, oriundos de Jalisco, mientras que su padre es mexicoestadounidense y su madre estadounidense.

Junto a Huerta, son las segundas mexicoestadounidenses en disputar el Mundial Femenil con la selección de Estados Unidos, después de Stephanie Cox.

En el caso de Sofía Huerta, la defensora de 30 años sabe lo que es jugar con las estadounidenses, pero también contra ellas, siendo la primera futbolista en la historia que se encuentra en esta situación.

Cuando debutó como internacional en la selección absoluta, la oriunda de Boise, Idaho, lo hizo con México, país de su padre Mauricio, nacido en Puebla.

La dura decisión de no representar más a México

Entre 2012 y 2014, Huerta formó parte de la plantilla de la Selección Mexicana, hasta que decidió no aceptar más convocatorias para intentar jugar con Estados Unidos, una decisión que le valió duras críticas por parte de algunos aficionados mexicanos.

Fue en septiembre de 2017 cuando la FIFA aprobó el cambio de asociación, y dos días después debutó con el equipo estadounidense.

La zaguera, contó que fue complicado decidir cuál combinado la representaba más: “Es difícil tener diferentes raíces culturales en este país, porque en ocasiones sientes que debes elegir con qué te identificas más“, admitió a People la defensora del OL Reign, quien creció visitando varias veces al año la tierra de su padre.

Ashley Sánchez y Sofia Huerta tuvieron una constante lucha para encontrar su identidad

Como tantos descendientes de latinos en Estados Unidos, las dos jugadoras lucharon toda su vida por crear una identidad en equilibrio. La situación escaló a tal punto que Ashley Sánchez se preguntó si era lo suficientemente mexicana. Intriga derivada de los comentarios externos.

“La gente me pregunta si soy mexicana o si hablo español, les respondo que no lo hablo y entonces te juzgan sin decirlo“, explicó desanimada Sánchez.

Sin embargo, sus compañeros con orígenes similares en la Universidad de California (UCLA), la apoyaron en este proceso “siempre me apoyaron y nunca dijeron que no era mexicana. Creo que me ayudó a aceptarlo más”.

Ahora la defensora está tomando clases de español para conectar con sus raíces, “pero es muy duro, si no practico con regularidad lo olvido todo. Siempre intentamos hablar en español entre nosotras, y nos avergonzamos y nos reímos porque no se nos da muy bien“, añadió Huerta.

Admitió que un principio no valoró ser mexicana: “En donde crecí, era una de las pocas mexicanas y no fue algo que valoré. Pero ahora se celebra mucho más el ser diferente. Está bien ser diferente, aceptar de dónde vienes”, finalizó la seleccionada del conjunto de las barras y las estrellas.

Con información de AFP

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