Los atletas de los deportes acuáticos han tenido un año de complicado ante la falta de becas y pago a los entrenadores por parte de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), sin embargo, Gaby Agúndez no pierde la esperanza de que el conflicto administrativo se solucionará en beneficio de los involucrados.

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“No son tiempos fáciles”, acepta la clavadista mexicana, medalla de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio y segundo lugar en el Campeonato del Mundo de Natación.

“Estos últimos meses sí nos hemos preocupado mucho (por falta de apoyo económico). Yo soy de La Paz, Baja California Sur pero vivo en Guadalajara, soy foránea, atleta de alto rendimiento y aún así también pues vivo mi día a día, es decir, pago una renta, el súper y la gasolina como todas las personas”.
“Entonces, pues es difícil llevar una preparación. O tener tu mente totalmente enfocada en el entrenamiento. Cuando no sabes si vas a tener para tu preparación rumbo a tus competencias importantes o si vas a tener el recurso suficiente para ir a cada una de ellas”.

Gaby Agúndez pide a la iniciativa privada que las apoye para que pueda cumplir con el ciclo olímpico y llegue bien preparada a París 2024. “Algunas empresas como Nike, Aeroméxico, Dexfit, CryoB y Regenova ya se sumaron, ojalá sean más porque ser atleta de alto rendimiento implica gastos importantes”.
Revela que, para obtener recursos, tanto ella como Alejandra Orozco han tenido que realizar diversas actividades para solventar sus gastos. “Esta vez hicimos algo que no nos había tocado hacer en otros tiempos, como dar pláticas, conferencias. Hasta la fecha está abierta esta opción para los que quiera sumar”.

“Soy una atleta responsable, transparente, comprometida con lo que hago y que lucha por sus sueños. Entonces, ahora sí que a todas aquellas personas que se quieran sumar son totalmente bienvenidas. No son tiempos fáciles para las disciplinas acuáticas en México”.
Combinar el trabajo con los entrenamientos no ha sido fácil. Sin embargo, Gaby sabe que es la mejor opción hasta que puedan recuperar sus becas.

“No ha sido sencillo tener que compaginar entrenamientos. Con ver cómo le vamos a hacer para recaudar los fondos suficientes. Pero pues se hace, al final de cuentas se hace, sólo que uno sí entrena mejor y se enfoca mejor. En lo que le corresponde hacer si no tiene que estar preocupado por todos esos temas”.
“La verdad es que sí nos tuvimos que mover. Sí hicimos cosas que en otras ocasiones no habíamos tenido que hacer, pero al final el sueño pesa más que cualquier otra cosa”.

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