Hace tiempo que el nombre del nadador Léon Marchand resonaba con ese tono que sólo evocan las jóvenes promesas. Algo parecido a lo que surge de la combinación de una ligera esperanza por un futuro prometedor y la reserva propia de ilusionarse con lo que todavía no pasa. Lo cierto es que a sus 21 años, el deportista francés no se detiene en su afán de convertirse en el nuevo rey de la natación mundial, como lo fue Michael Phelps.

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Para alguien tan joven la etiqueta de promesa puede jugar más en contra que a favor, aunque eso no le preocupa a León Marchand, acostumbrado a las grandes comparaciones con Phelps. El nadador francés superó el terreno de las suposiciones para poner su firme candidatura a representar el papel de sucesor de Michael Phelps al romper el que era considerado por los expertos como el récord mundial más complejo de la lista sagrada del “Tiburón de Baltimore”, el que lo engloba todo.

MARCHAND ROMPIÓ EL RÉCORD ANTE LOS OJOS DE PHELPS

León Marchand nadó los 400 metros combinados del Campeonato Mundial de Fukuoka en un tiempo de 4:02.50, hasta entonces, ningún otro nadador en el mundo había bajado del 4:03.84 que registró Michael Phelps en el 2008. El tiempo que dejó el francés, inmortalizado en la pizarra del recinto japonés, ante los ojos del propio Phelps, revalida las comparaciones que apuntaban a que en tierras galas había nacido un deportista capaz de dominar las aguas, tras el torbellino que supuso el paso del norteamericano, retirado en el 2016, con 22 oros olímpicos.

El hecho de que Marchand haya roto el récord mundial de Michael Phelps echó a andar la maquinaria que lo coloca como uno de sus posibles sucesores. No tanto por lo que logró, sino por lo que podría lograr, en el entendido que hay seres insuperables y Phelps corresponde a esa estirpe.

Las comparaciones entre ambos no solo radican en lo indiscutibles de los tiempos, con sus minutos y sus segundos, esas unidades que escapan de las interpretaciones. Hay otros factores que han puesto al francés en el mismo camino que el hombre que cambió para siempre la natación.

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AHORA ENTRENA EN ARIZONA

Nacido en la bella ciudad de Toulouse, al sur de Francia, Marchand comenzó a nadar desde muy pequeño, impulsado por las costumbres de sus padres, ambos nadadores olímpicos. No fue raro para él adentrarse al mundo de las competencias y el difícil reto de superarse a sí mismo. De a poco, Marchand fue conquistando los campeonatos nacionales, hasta llegar al plano internacional. Tras un paso discreto por Tokio 2020, marcado por su juventud, el nadador francés brilló con tres metales dorados en el Campeonato Mundial de Budapest 2022.

Hay quien apunta que el momento de inflexión en su carrera llegó en el 2021, cuando se unió al equipo del exitoso entrenador Bob Bowman, reconocido entre otras cosas por entrenar nada menos que a Michael Phelps. Marchand dejó su ciudad para viajar al desierto de Arizona, donde se ha integrado de lleno al sistema de competencia universitario de los Estados Unidos.

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MARCHAND, ¿SUCEDOR DE PHELPS?

Tras el retiro de Michael Phelps, Bowman encontró en Marchand una característica capaz de transformar a un deportista de élite. “Ya me dijo que me parezco a Michael Phelps porque soy capaz de darlo todo sin importar las circunstancias. Si no duermo bien o he tenido un mal día, aún puedo ser consistente y dar lo mejor en el entrenamiento”, reconoció Marchand. El entrenador vislumbra dos cuerpos distintos en sus cualidades, pero alimentados por un mismo gen competitivo.

En el camino, Marchand afronta el último año de preparación de cara a lo que serán los Juegos Olímpicos de París 2024. El pueblo francés vislumbra en el joven nadador a la gran figura de la justa, alguien a quien encomendarse en la búsqueda de un ídolo. Ahí intentará Marchand inaugurar el camino dorado, con el tiempo de su lado.