Un dominio tan abrumador como el que mostró Jonas Vingegaard en el Tour de Francia, va de la mano con sospechas de un posible dopaje.

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El pasado del ciclismo ha demostrado en reiteradas ocasiones que algunos de los grandes campeones, han terminado perdiendo su ‘maillot amarillo’ por consumir sustancias prohibidas que les ayuda a mejorar su rendimiento dentro de la carretera.

Lance Armstrong, Floy Landis y Alberto Contador mancharon un deporte que se encuentra bajo la lupa de la Agencia Mundial Antidopaje.
Vingegaard, de 26 años, tuvo que salir a explicar su triunfo luego de la obtención de su segundo Tour de Francia.
“Entiendo las sospechas, creo que es bueno ser escéptico en el ciclismo a causa de lo que pasó. Hay que seguir siendo críticos, pero eso no quiere decir que la gente se dope, yo no lo hago”, manifestó el danés.

“Pero si dejamos de dudar, la gente volverá a empezar a hacerlo. Es algo positivo. Sé que hay muchas webs que calculan los vatios que desarrollo. A veces aciertan, pero esta vez no”, añadió el líder del equipo Jumbo.
El campeón del Tour de Francia en 2022 y 2023 insistió que “a todo el mundo le digo que corro limpio, que no tomo drogas, no me dopo, no tomo nada ilegal. Ya sé que es lo que decían los corredores hace 20 años, pero yo sé que es así”.

Los controles antidopaje continúan para los ciclistas incluso después de la ronda gala. Cabe señalar que, a Lance Armstrong en la obtención de sus siete títulos, así como a Floyd Landys en 2006 y Alberto Contador en 2010, todos salieron de París con el título en mano, y fue hasta después que se comprobó su dopaje, siendo despojados del campeonato en cuestión.

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