Las buenas historias están marcadas por un buen traidor, y en menos de dos años Dominik Mysterio se apoderó de ese papel. El hijo del “Amo del 619” se convirtió en la súper estrella más odiada de todo el roster principal, suficiente para acaparar el interés de los aficionados en la capital mexicana, ya sea para bien o para mal.

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Dominik confirma aquel viejo refrán, “No hay mala publicidad”. Y es que aunque no sea del agrado del público, lo cierto es que la expectativa por ver al ‘Dirty Dom’ fue enorme en las gradas de la Arena CDMX.

La respuesta más común que recibió ESTO cuando interrogó a algunos seguidores en las puertas del recinto sobre cuál era el gladiador que más odiaban fue “Dominik”.

“Sin duda, Dominik Mysterio”, se escuchaba entre los más de 15 mil aficionados que se dieron cita para el SuperShow de este año. Mucho le ha costado este lugar al originario de California, pues en su debut la esquina técnica dominaba su personaje. Posteriormente su carrera dio un giro de 180 grados al traicionar a su padre para cambiar de bando y unirse a “The Judgment Day”.

Abucheos, desprecio e insultos del público es lo que ha tenido que tragarse el descendiente de la familia Mysterio. Sin embargo, eso no ha mermado la calidad que de a poco ha ido consiguiendo en su corta pero exitosa carrera.

Misma que le significó llegar a las presentaciones en nuestro país como Campeón Norteamericano de NXT. Aunque a muchos de los que se dieron cita en el inmueble de la alcaldía Azcapotzalco no les guste dicho logró. “Es un campeón de papel, no le va a durar mucho”, comentó un aficionado al Diario de los Deportistas.

A diferencia de Dominik a Rey Mysterio lo adoran en la CDMX

A diferencia de su padre, a ‘Dom’ le tocó vivir el papel de enemigo del universo de WWE. Equivalente al odio que se percibió en la función, el cariño a Rey Mysterio se observó desde las afueras del recinto con cientos de máscaras, carteles y playeras en alusión al gladiador que dejó un legado importante en los cuadriláteros de nuestro país.

El no pasar desapercibido por la afición es el paso principal para el éxito de una súper estrella de talla mundial, en su segundo arribo a suelo azteca, Dominik Mysterio aumentó el odio por parte de la afición, pero creció su popularidad, un éxito rotundo.

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