Guadalajara.- La ilusión en la Perla Tapatía está al máximo. No importa en donde se pare el Chivas, siempre está acompañado de algún aficionado. Las playeras rojiblancas son mayoría en todos lados. Que un atlista o un León Negro se aparezca es imposible, toda la capital jalisciense está vestida con los colores de uno de los equipos más queridos del país.

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Por lo pronto, el vuelo de regreso tuvo cosas atípicas. Desde el horario, hasta la forma en la que llegaron. Desde Monterrey, el Rebaño Sagrado amaneció con el empate sin goles y un ánimo destacado. El desayuno fue en el hotel de concentración y de inmediato se trasladaron al aeropuerto internacional de la Sultana del Norte.

Los jugadores fueron despedidos de su hogar en Monterrey por unos cuantos seguidores y en la llegada a la terminal aérea, la situación no fue distinta, muchos, a lo lejos, los saludaron.

El avión fue chárter, eso no evitó el retraso, y por eso hubo un poco de relajación para los jugadores, pero al arribo, la gente que pudo observarlos les pidió firmas y fotografías. El camión entró a la espalda del aeropuerto para que no hubiera más contratiempos, sin el clásico estampado el Rebaño, pasaron desapercibidos hasta las instalaciones de Verde Valle, donde ya había aficionados esperándolos.

Paunovic atendió a la afición de Chivas

Veljko Paunovic fue el único que se acercó, saludó a un par de seguidores y posteriormente agradeció el apoyo. Los protagonistas prefirieron entrar directamente al vestidor. Los uniformes ya los esperaban y también las máquinas del gimnasio, pues el regenerativo fue la única práctica que tuvieron a lo largo del día. La idea de Pauno es recuperar a los futbolistas más allá de cambiar estilo o ponerles una nueva estrategia.

Incluso, se espera que el entrenamiento del día previo a la final sea de carácter regenerativo, pues si bien en la última ocasión que tendrán para concretar una estrategia para derrotar a los Tigres, el cansancio físico será uno de las contras que Chivas tendrán.

Después de prácticamente una hora, las puertas de Verde Valle se cerraron por completo. Los jugadores tuvieron tarde libre para estar con sus familias y reportarán temprano al otro día para finiquitar su preparación de cara a la final de vuelta. El momento más importante de la temporada para el querido equipo tapatío está a nada de llegar.