De marzo a la fecha el nombre de Randy Arozarena retomó mayor fuerza en el público mexicano y se afianzó en la afición estadunidense dentro de las Grandes Ligas y no es para menos, ya que el jardinero se convirtió en uno de los elementos destacados del Clásico Mundial de Beisbol y esas buenas actuaciones las trasladó a los Rays de Tampa Bay.

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Se generó la Randymanía, el particular festejo con los brazos cruzados cada vez es más copiado, incluso en el Tropicana Field se instauró una tribuna denominada “Randy Land”, donde los aficionados ahí presentes podrán disfrutar de cerveza gratis cada vez que Randy conecté un jonrón.

La afición lo asedia cada día más, pero el jardinero no pierde el piso, no oculta la sonrisa, siempre responde a las peticiones de un autógrafo y una fotografía sin importar que en ocasiones esto suceda durante el mismo partido.

Arozarena no pierde la humildad

La humildad se mantiene en la persona de Randy Arozarena, un pelotero mexicano que nació en Cuba porque como decía Chavela Vargas “los mexicanos nacemos donde se les da la gana”, si bien no se olvida de sus raíces, es una realidad que México lo adoptó de la mejor manera posible. El cariño es mutuo.

“Randy siempre va a ser Randy en todos los aspectos, el éxito es momentáneo, los valores los aprendí desde chiquito, mis papás siempre me enseñaron mucho a respetar a las personas y siempre estar con los pies en la tierra, eso es lo que me caracteriza ser una persona humilde. Lo que hago lo hago de corazón, cuando lo hago de corazón lo hago natural y por eso es el éxito que tengo”, indicó el jardinero de 28 años.

Ante el buen momento, el pelotero descartó sentir presión, disfruta cada momento y cada partido, va paso a paso, así goza mejor. “Vivo así, disfruto cada momento lindo y malo que me pase, no me pongo presión porque yo me divierto con todo y me hace sentir feliz conmigo mismo con lo que he logrado, lo veo como que es un proceso de la vida que me toca vivir”.

En charla digital con la prensa mexicana, por enésima ocasión Arozarena se dio tiempo de agradecer el respaldo que siempre ha recibido por parte de la fanaticada tricolor, una vivencia indescriptible. “Es increíble el apoyo que siento que me han dado todos los mexicanos, siempre me sacan la bandera, todos los mexicanos me apoyan, me gritan, me da felicidad, quiero sentir ese gran apoyo cuando yo regrese a México, pero a la distancia se siente bien lindo que todo mundo te reconozca y apoye y eso me hace sentir muy feliz”.

“Es un orgullo ser el ejemplo de niños”

Como cualquier jugador que cumplió su sueño de llegar a las Mayores, Arozarena dijo sentirse identificado con los niños que juegan al beisbol con la ilusión de ser profesionales, por lo que los alentó a que cumplan su objetivo y de igual manera dijo sentirse orgulloso de que sea visto como un ejemplo a seguir.

“Me siento identificado con los niños, también fui niño y sé el proceso que uno tiene que pasar para llegar donde estoy yo que es jugar Grandes Ligas, sé que es el sueño de todos los muchachos y que me agarren como figura de ejemplo me hace sentir orgulloso. Espero que jueguen como yo, que le pongan el cien por ciento cada vez que ellos entrenen, que tengan mucha disciplina y que Dios les permita cumplir su sueño a todos esos niños, que jueguen el beisbol”.