Corría el 14 de febrero de 1988, día del amor y la amistad, cuando el boxeador Carlos Monzón, regresó a su casa en Mar de Plata y golpeó sin razón alguna a su mujer, Alicia Muñiz. El ya retirado pugilista la dejó inconsciente y la arrojó por el balcón para una muerte instantánea.

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El tufo a alcohol fue el principal delator del pugilista para ser declarado culpable por homicidio simple en la corte y condenado a 11 años de prisión. Monzón fue alojado en el penal de Batán, posteriormente en Junín y finalmente en Santa Fé. En este lugar, consiguió salidas restringidas por enseñar boxeo a los empleados civiles de la ciudad.

Sin embargo, fueron pocas las veces que pudo estar fuera de prisión desde su condena. En uno de estos permisos otorgados, Monzón estrelló su automóvil en el paraje de la Ruta Provincial 1 por un descontrol en la velocidad -Carlos manejó a 140 km/h-. El coche dio siete vueltas, sobrepasó un sanjón de dos metros de ancho, arrancó un árbol y finalmente se estrelló en las afueras de la carretera.

Los médicos diagnosticaron que Monzón falleció al momento del impacto. Incluso, aunque hubieran querido, no podrían salvarlo.

¿Qué fue lo que condujo al pugilista a agredir a su pareja?

Carlos Monzón fue uno de los boxeadores más exitosos de su época, y hasta la fecha es considerado como el argentino más talentoso, con un récord de 87 victorias y apenas nueve derrotas.

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Sin embargo, su situación sentimental era todo lo contrario. Monzón y Muñiz tuvieron discusiones desde los primeros meses de su relación y ella buscó la separación. Pero los intentos por tratar de mantener la relación a flote los condujo a ambos a cortar y regresar una y otra vez.

El pugilista solía ponerse celoso con Muñiz, ya que era una de las actrices más laureadas de aquella época. Sin embargo, pese a querer salir adelante, ambos llegaron al acuerdo de separarse pero Monzón no cumplía con la cuota alimentaria para su hijo Maximiliano. Esto tensó aún más la situación y, aunado a sus problemas adictivos, el pugilista terminó por agredirla hasta su deceso.

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