Aficionados de Inter y Milan conviven en los barrios. No es raro ver rossoneros y neroazurris caminando por las mismas calles, lo verdaderamente extraño, en Milán, es encontrar a alguien que no le vaya a alguno de los dos. En sus más de 100 años de vida, ambos equipos han compartido la ciudad y sus costumbres, han crecido juntos, pero no revueltos.

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La historia de su rivalidad responde a la naturaleza del territorio. No se puede ser amigo cuando se lucha por la supremacía de un espacio. Según cuenta la leyenda, en un principio, los aficionados del Inter representaban a las clases altas, la aristocracia de Milano; el Milan, mientras tanto, era la voz del pueblo. Con los años, aquellas primeras barreras fueron desapareciendo y hoy los seguidores alientan por el amor a los colores. Cada quien le va a quien quiere.

Conocido como el Derby della Madonnina, en honor a la estatua de la Asunción de la Virgen, una figura de cobre dorado que custodia desde lo alto de la Catedral el horizonte de Milán, el partido se ha convertido en uno de los grandes clásicos del futbol mundial. Cada enfrentamiento pone en juego el orgullo de una tierra.
A lo largo de la historia, Inter y Milan se han enfrentado en 234 ocasiones. El saldo está a favor del Inter, con 87 victorias por 79 del equipo rossonero. La cuenta impone un total de 69 empates, en un reflejo de lo férreo que resultan los choques.

A pesar de que los primeros encuentros entre ambos equipos se remontan a los principios del siglo pasado, fue hasta la década de los veintes cuando finalmente la rivalidad adquirió seriedad y los enfrentamientos a los pies de la Madonnina eran esperados con verdadera emoción por parte de los habitantes de la ciudad de Milano.
Pronto, la rivalidad traspasó fronteras y las glorias europeas dieron condimento a lo que entonces era una cosa local. La gloriosa década de los sesentas puso al Inter y al Milan en la cima del mundo, en duelos memorables protagonizados por los históricos Sandro Mazzola y Gianni Rivera. Al título continental conseguido por los rossoneros en la temporada 1961-62, le siguieron dos de los neroazurris. Al final, la cuenta tiene al Milan con siete y al Inter con tres, alguno buscará sumar uno más.

Caracterizados por tener grandes equipos, tanto Inter como Milan se convirtieron en protagonistas recurrentes. Figuras de la talla de Ronaldo, Ronaldinho, Shevchenko, Gattuso, Pirlo, Marco van Basten, Frank Rijkaard, Ruud Gullit, Andreas Brehme, Jürgen Klinsmann, Lothar Matthäus dieron prestigio al Clásico. Inolvidables los equipos de Arrigo Sacchi, de Héctor Cuper, de Carleto, de Mourinho.

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