Saúl Álvarez salió con la mano en alto del estadio Akron. Él que no la pasó muy bien fue John Ryder, el pugilista inglés se llevó una paliza por parte del Canelo quien no tuvo piedad durante los doce rounds que duró el encuentro. En diversas ocasiones lo mandó a la lona, lo que dejó ‘irreconocible’ al final de la pelea.

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La pelea se desarrolló con comodidad para el mexicano, tuvo en frente a un Ryder que bajó la guardia y se dedicó a aguantar los impactos de Saúl, quien en ningún momento dejó de atacar. Pero esto le pasó factura de inmediato.

El rostro de Ryder comenzó a llenarse de sangre, el daño era evidente y conforme pasaban los minutos la situación empeoraba. La esquina del británico se vio obligada a buscar como detener el sangrado de su elemento.

Pese a ir en más de una ocasión a la lona, John no declinó sus intenciones, de a poco intentó acercarse al Canelo pero fue en vano. Los golpes de Saúl fueron lapidarios y los pómulos de Ryden cada vez se hinchaban más.

Ryder no paraba de sangrar y todo parecía que desde el segundo round que comenzaba a salir el liquido vital del británico el combate no se alargaría. Pero el visitante tenía otros planes, los cuales cumplió, acabar los 12 asaltos.

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Finalmente, el rosto de John Ryder acabó irreconocible, las marcas de la batalla fueron evidentes, el inglés se llevó la paliza de su vida.

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