Los aficionados a los Gallos Blancos han perdido la capacidad de sorprenderse, ya sea por los descensos, el veto de su estadio, cambios en los dueños y que vivan de jugadores cedidos. Por eso, que la plaza sea vendida a algún equipo de Liga de Expansión, presumiblemente Atlante, para ellos sería un día más en la oficina.

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“Hemos pasado por tantas vicisitudes que no pasa nada. Si se llevan la franquicia ya vendrá otra persona que sepa de negocios y que entienda que esta plaza tiene más empuje económico que el Atlante, que sus aficionados ya se murieron”, dijo el señor Eduardo de 70 años y fiel aficionado a Gallos.

Uno de los argumentos más comunes sobre por qué Querétaro sería una plaza accesible para cualquier equipo, es que “no tiene identidad”, algo que niega fervientemente el señor Eduardo.

“Están chiflados de la cabeza, los que critican tal vez le van a un equipo fácil, porque es fácil a esos equipos populares y no al que verdaderamente te hace sentir sus colores, donde hemos sufrido de todo y aquí seguimos”, concluyó.

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