Aunque oficialmente la medida para ingresar a los estadios con el Fan ID de forma obligatoria, según la Liga MX y su presidente Mikel Arriola, era hasta la jornada 14, en el Azteca se adelantaron, pero la gran expectativa quedó en un intento fallido. Muy lejano a lo que se tenía pensado.

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En el partido entre Cruz Azul y Atlético de San Luis de la fecha 12 se vivió una gran desesperación. El acceso al recinto fue a partir de las 2 de la tarde, todo parecía tranquilo, pero el tiempo pasó y llegó el desorden. Aproximadamente una hora antes del inicio del cotejo entre cementeros y potosinos existieron varias filas en los accesos. No fue en las taquillas como es toda una costumbre, si no en los torniquetes y en el último filtro para tener entrada.

Los aficionados de ambos equipos no podían ingresar si no tenían su registro aprobado, muchos ni siquiera sabían de su existencia y otros tuvieron que retirarse debido a que, aún con boleto en mano y ya pagado, no tenían su registro habilitado.

El procedimiento fue demasiado lento. Con cada persona, los encargados de verificar a cada aficionado, tardaban entre 20 y 30 segundos. Incluso más si no tenían su Fan ID y apenas tenían que tramitarlo. En ese aspecto sí hubo ayuda, pero no agilizó el acceso. Eso generó un tumulto, la afición se hartó, empezó a gritar, chiflar y a desesperarse por la larga espera, que finalmente terminó en un ligero portazo en la entrada principal. La seguridad privada obligó a abrir las vallas para que las personas pudieran seguir su trayecto sin esperar a ser revisado. Entre los verificadores hubo molestia, pero no pudieron hacer nada. Media hora antes del cotejo, se canceló el registro y los restantes en ingresar lo hicieron sin presentar su Fan ID.

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