Zapopan.- Buenas y malas noticias en el entrenamiento del América en Zapopan. Una universidad muy cercana al estadio Akron fue la que abrió las puertas para observar la práctica de los azulcremas.
Fernando Ortiz llegó tempranito a la cancha, observó una de las zonas que se veía golpeada y no le gustó del todo. Con cierto desprecio, el Tano comenzó a implementar su estrategia mientras el resto del equipo comenzaba a estirar.

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Casi todo el plantel crema estuvo presente, incluso Miguel Layún, quien no había hecho el viaje, pero que arribó en la mañana a la Perla Tapatía para integrarse a la concentración y estar listo para el entrenamiento.

Las Águilas comenzaron a calentar con las risas que los caracteriza. El apagar el Volcán dejó mucha motivación en los jugadores, a tal punto que hasta Pedro Aquino, Jonathan Dos Santos y Roger Martínez se pusieron a bailar. Fue cuando el Tano llamó a los jugadores que las alarmas se prendieron. Los estiramientos vieron a la plantilla acomodarse, a excepción de dos jugadores. Brian Rodríguez y Federico Viñas se sentaron a un costado de la cancha para observar al resto de sus compañeros comenzar con los ejercicios. Los uruguayos no hicieron ningún movimiento, incluso aunque el resto se fueron al centro del campo, ellos permanecieron en una esquina.

La preocupación se mantuvo cuando los kinesiólogos se acercaron a donde los sudamericanos esperaban. El doctor azulcrema también estuvo por unos minutos y luego se alejó con tranquilidad.
Que Viñas y Rodríguez no hayan entrenador puede ser por una sobrecarga muscular, pero eso no los dejará fuera del Clásico de México. El atacante y el volante ofensivo irán de a poco, en el entrenamiento de hoy, en el estadio 3 de marzo, buscarán retomar el ritmo y llegar de la mejor manera al encuentro del sábado en el Akron.

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