8, marzo 2023 - 7:45
Mariana Sánchez: Siente con los ojos del alma la tauromaquía. | Foto: Cortesía
Mujer sin miedo. No se aflige, aunque no pueda ver el peligro. Mariana Sánchez es un claro y vivo ejemplo de que el toreo no se ve, se siente. A sus 27 años, anhela tener la invitación de alguna ganadería para repetir su sueño de hace años, hacerle frente a un astado.
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Ha tenido la oportunidad de participar en algunos festivales alrededor de la República Mexicana, pero en los últimos años ese anhelo no ha sido posible, pero más allá de achicarse, mantiene el entusiasmo a tope y aunque el toreo de salón lo disfruta, lo goza, nada como torear como Dios manda.
Mariana es una torera hecha y con el doble de valor, no por ser mujer, sino porque es ciega y ni eso le impide o le genera pavor alguno para pararse en cualquier ruedo. Lo que no ve- debido a que se le desprendieron las retinas apenas a los cinco meses y 23 días desde nacimiento- lo siente. Su toreo siempre es entregado.
Quien de niña al menos veía luces y sombras hasta que todo se convirtió en oscuridad por el mal de sus ojos, recordó cómo surgió su gusto por la tauromaquia hace alrededor de 10 años.
“Gracias a mi abuelita materna, a ella le gustaban mucho los toros, fue curioso porque una vez estábamos en casa de un familiar y estaban escuchando una corrida de toros, digo escuchando porque yo no puedo ver, estaban viendo ellos una corrida de toros, al principio no me gustaba, pero conforme transcurrió la corrida me llamó más la atención y al final quedé totalmente enamorada de este arte y vine a la Plaza México un día y fue mi total convencimiento y enamoramiento por este gran arte que es la fiesta brava”, cuenta Mariana Sánchez a ESTO.
Apenas el pasado 5 de febrero, se le vio a Sánchez García hacer acto de presencia en las afueras de la Plaza México para defender la fiesta brava y justo aquí tomó la muleta y concretó unas tandas con valentía.
“Me gusta muchísimo torear, se me hace que es un ejercicio del alma, es un lenguaje. Los toreros nacen con el capote y la muleta, es difícil de entender y yo creo que nosotros podemos expresar lo que llevamos dentro con esos dos instrumentos como el capote y con la muleta. El toreo es de sensaciones, siempre he dicho que el toreo no se ve, se siente”, expresó con firmeza la capitalina.
Explicó cómo lleva su toreo: “Aparte de la sensación, del corazón, que es lo más importante, lo que pasa es que me van llevando las manos, citó al toro y ya cuando se arranca yo lo puedo escuchar y me van llevando las manos haciendo el pase”.
Como cualquier otra persona, Mariana no se animaría a tanto si no es por el respaldo de su familia. “Si Mariana es feliz, yo soy feliz, a ella le gusta eso y como en todo lo que le gusta tratamos de acompañarla, todos estamos con ella en lo que quiere hacer y en lo que le gusta hacer”, manifiesta Natividad García, madre de esta valerosa torera, quien en la actualidad práctica el idioma francés y hasta se anima a tocar la batería.
La nacida en la Ciudad de México encantada de ser quien es y decidida en lo que hace sin límites subrayó que este día conmemorativo “es muy importante porque se celebra lo que la mujer vale para el mundo en general”.
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