David Beckham es uno de los jugadores ingleses que más huella en la historia del futbol han dejado, pues más allá de la calidad que año con año mostraba en el terreno de juego, el golpe mediático que significó su imagen para los patrocinadores, lo volvieron un revolucionario del marketing en el futbol, primero con Adidas y más tarde Calvin Klein a lado de su esposa, Victoria, sin embargo, toda esta actividad que tenía fuera de las canchas, terminaron por distraerlo un poco de su rendimiento y elevaron su ego a níveles que lo pusieron en el momento más complicado de su carrera: dejar al Manchester United.

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Como muchos ya lo saben, Beckham surgió en las fuerzas básicas del Manchester United y durante 11 temporadas, fue uno de los jugadores más queridos por la afición dada la gran calidad que poseía, además de la personalidad que lo hizo capitán del equipo, sin embargo, después del Mundial de Corea Japón, llegó un momento en el que Beckham prestaba más atención a su vida socialité, algo que poco a poco fue enfureciendo a Sir Alex Ferguson y todo explotó en 2003, cuando después de una derrota en FA Cup ante Arsenal, el entrenador escocés estaba tan enojado con David por su mal juego, que llegó al vestidor a recriminarle el poco empeño.

La discusión escaló tanto que Ferguson pateó al azar un zapato de futbol que estaba en el vestidor y este mismo terminó por impactar a Beckham en la ceja quien quiso responder la agresión, pero hombres como Ruud van Nistelrooy y Roy Keane terminaron por tranquilizar a todos.

Sir Alex no permitió que Beckham se sintiera intocable en el vestidor y después del incidente en la FA Cup, habló con la directiva pidiéndo la venta inmediata del mediocampista, que terminó por recalar en el Real Madrid durante sus etapa conocida como Los Galácticos.

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Salida del Man United le provocó depresión a Beckham

Beckham no tomó nada bien la noticia de su salida del equipo rumbo al Real Madrid y más allá de guardar rencor a Ferguson o a algún compañero, no vio partidos del Manchester United durante varios años pues consideró que dicha decisión, lo hundió en una profunda depresión y en sus propias palabras para Desert Island Discs, esto le pasó:

“Cuando el Manchester United decidió venderme me quedé hundido y en shock… No vi sus partidos en los siguientes tres años”.

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