Phoenix, Arizona.- El acceso principal del State Farm Stadium está acompañado por un puesto de tamales 100% mexicanos.

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“The Mamale Store” es uno de los tantos stands de comida en el interior del recinto que albergó por tercera ocasión el Super Bowl.

Un rincón con tinte mexicano en el gran escenario de la NFL. Desde la comida hasta las bebidas con los tradicionales ‘Jarritos’, se han hecho un hueco en la casa de los Arizona Cardinals desde hace seis años.
La dueña del lugar, Paulina, nació en la Ciudad de México, pero ahora es ciudadana de Phoenix, lugar donde intenta trasladar parte de su cultura con la gastronomía enseñada por su madre.

“Vendemos tamales 100% mexicanos, de diferentes sabores. Desde los verdes hasta los veganos. Los servimos con chilaquiles, crema, queso y salsa. Son muy famosos entre los asistentes a este estadio”, explicó Paulina mientras sonreía para la lente del ‘Diario de los Deportistas’.

Las más de 1,500 millas de distancia de la ciudad donde nació, no son impedimento para alejarse de sus raíces: “Mi familia es mexicana, mi mamá nació en la CDMX, el local lo atiende también esposo. Es de nuestra familia”.

El lugar se llenó de gente apenas abrieron las puertas del estadio, con precios que oscilaban desde los 12 hasta los 17 dólares.

Por último, Paulina aprovechó el momento para dar su pronóstico, uniéndose a la mayoría de su clientela con los Philadelphia Eagles.

La comida mexicana tampoco podía faltar en el Super Bowl LVII.

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