Una auténtica guerra libró el mexicano Emanuel Navarrete al noquear a un aguerrido Liam Wilson en el noveno asalto, no sin antes visitar la lona en el cuarto round, viniendo de atrás en el combate para convertirse en tricampeón mundial al conquistar el cetro superpluma de la Organización Mundial de Boxeo que se encontraba vacante, en función que organizó Top Rank, en el Desert Diamond Arena de Glendale, Arizona.

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El Vaquero mostró su gran fortaleza física para vencer a un rival que resultó duro en esos primeros asaltos, pero basado en su golpeo al cuerpo lo fue disminuyendo, concretando su obra en el noveno capítulo por nocaut técnico, sellando una noche memorable para el boxeo mexicano, sumando un tricampeón mundial más a la lista, después de reinar en supergallo y pluma.

Ahora, el Vaquero comparte su nombre junto a las grandes leyenda del boxeo de nuestro país como Julio César Chávez, Marco Barrera, Érik Morales, Juan Manuel Márquez, y recientemente Saúl Álvarez, así como Leo Santa Cruz, Abner Mares, Jorge Arce, Fernando Montiel y Humberto Soto.

El australiano buscó la pelea a su manera, entrando con su jab de izquierda, manteniendo arriba la mano derecha, frente a un Vaquero apostando a sus golpes largos con ambas manos.

En el cuarto asalto, el mexicano se fue a la lona al recibir fuertes impactos al rostro, sintiendo una poderosa izquierda en forma de recto; con el conteo de protección se puso de pie visiblemente lastimado, llegando la campana en su auxilio.

El australiano se mantuvo alternando su guardia con buena técnica, tratando de confundir al mexicano al soltar combinaciones con gran velocidad.

En el sexto asalto, Navarrete castigó fuerte a las zonas hepáticas a su rival, con ganchos que entraban con potencia, siendo la clave para ir disminuyendo la resistencia del australiano.

Su ataque continuó en el séptimo, sangrando ya de la nariz el australiano, quien lucía con las huellas de la batalla al recibir sólidas combinaciones.

Al inicio del noveno asalto, Navarrete mando a la lona a Wilson con un potente recto de izquierda; el australiano ya resentía el castigo, pero se mantenía de pie con mucho corazón, pero con poca resistencia, llegando la intervención del tercero sobre la superficie para decretar el nocaut técnico y la gran victoria del mexicano.

Al final del combate subió al ring Óscar Valdez, quien se perfila para ser su siguiente rival como campeón superpluma de la WBO.

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