Las lesiones o molestias son constantes que se convierten en parte de la vida, se vuelven una costumbre, sobre todo para los atletas de alto rendimiento, quienes son los que más se exponen a estas situaciones, de ahí que en algún momento de su trayectoria deban medirse, ser cautelosos, selectivos y conscientes que todo inicio tiene un final, como sucede en el caso de Rafael Nadal.

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El tenista español, quien a pesar de seguir en la élite, tuvo una nueva lesión de segundo grado en el psoas ilíaco de su pierna izquierda que lo dejó sin la posibilidad de luchar por el Abierto de Australia y llegará ajustado para su Grand Slam predilecto, Roland Garros.

El doctor especialista en Medicina del Deporte, Mario Mercader, quien ha atendido al mismo Nadal cuando el manacorí ha tenido presencia en el Abierto de Acapulco, se sinceró: “Cuando tú le exiges a tu cuerpo tarde que temprano pagas las consecuencias, el deporte de alto rendimiento en algún momento me decían que no es saludable porque exiges tanto en un momento que estás en contra de tu cuerpo”.

En charla para el Diario de los Deportistas detalló: “Rafa este año cumplirá 37, tiene un juego muy físico, donde él trabaja muchos puntos para poder estar en condiciones y esa exigencia que pone a su organismo tarde o temprano pasa factura”.

“Toda vida deportiva tiene un principio y un final mucho más rápido de lo que a veces uno quisiera”, resaltó el galeno, quien ha sido el director de médicos de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Entiende que no es alguien apto para recomendar un adiós, incluso destacó que pese a todo Nadal se encuentra metido en el top ten, sigue vigente, con un buen nivel, pero recordó que hay casos difíciles como sucedió con Roger Federer, quien debido a las lesiones no pudo despedirse de la mejor forma, se fue de las canchas con nula actividad y después de un tiempo.

“Los tenistas anteriormente difícilmente superaban los 32, 33 años, está el caso de Jimmy Connors, quien llegó hasta los 40. Federer ahí andaba ya, le costó mucho en los últimos años porque tardaba más en recuperarse que en lo que se volvía a lastimar. Le costó mucho trabajo, pero finalmente se retiró porque ya no podía estar ahí”.

Abundó que “una de las cosas que aprende uno como médico del deporte, es que me ha tocado que le he dicho a muchos atletas ya no sigas y en experiencias en torneos el jugador solo quiere una pomada, le das algo y resulta que el atleta, que pensabas que no iba a poder terminar el partido, resulta que no solo lo termina, hasta lo gana. A veces el aspecto competitivo que tienen los atletas supera los aspectos físicos”.

INFILTRARSE YA ES DOPAJE, ¿NADAL LO HACE?

Aunque muchas veces las ganas, el entusiasmo, del deportista por seguir activo podría darse gracias a la infiltración para apaciguar el dolor, en el tenis eso ya no es posible, luego que desde el año pasado la WADA prohibió esa modalidad.

El doctor Mario Mercader destacó que las infiltraciones en las articulaciones ya no son recomendadas, incluso la ATP puede catalogar ese tipo de procedimientos como dopaje, de ahí que Rafael Nadal y el resto de los tenistas se tengan que aguantar los dolores si quieren seguir jugando o bien se ven orillados a parar.“

A partir del año pasado la WADA, incluyendo a la ATP, prohibió las infiltraciones articulares para que el atleta no use métodos que no son válidos, antes podías infiltrarte dentro de la articulación y no era doping, ahora infiltrar cortisona, por ejemplo, no se puede porque ya es considerado doping y lo pueden suspender hasta por cuatro años y entonces no le sirve a Nadal”.

Recordó que Rafael Nadal padece el síndrome de Müller-Weiss por lo que padece un dolor frecuente en el pie izquierdo, algo con lo que aprendió a vivir, pero al menos antes calmaba las molestias gracias a las infiltraciones, algo que ahora ya no puede hacer.

“Para Rafa esas infiltraciones que se ponía en el pie por su problema de Müller no lo puede hacer, ya no lo hace desde el año pasado porque lo ve antidopaje, sale positivo a cortisona y lo suspenden”.

Abundó que esa decisión por parte de la Agencia Mundial Antidopaje se debe a que “el deporte es más exigente y selectivo, en ese sentido se hizo pensando en el bienestar de la salud del atleta. Conforme se van teniendo conocimientos de los efectos colaterales de los medicamentos, la medicina misma hace observaciones y dice ya no es recomendable porque esto afecta”.

Ejemplificó: “Alguien con el problema del codo de tenista (epicondilitis) hace que los infiltren frecuentemente, pero después se va a operar porque se va a romper el tendón por el codo de tenista, la infiltración en el momento te ayuda y beneficia, pero a mediano o largo plazo te afecta de tal forma que te vas a tener que retirar”.

El doctor en Medicina del Deporte subrayó al diario ESTO que Rafael Nadal para nada tendrá problemas para tener una vida normal una vez que cuelgue la raqueta.

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