El futbol mexicano cambió un 5 de marzo del 2022. Un partido con rencillas anteriores, con rivalidad y desprecio fue visto como uno más por las autoridades. El minuto 60:38 fue un antes y un después para Querétaro y Atlas, así como para el futbol mexicano. Gallos y Zorros comenzaron a golpearse. Las barras de ambos equipos se olvidaron de lo que se jugaba en la cancha y decidieron arreglar una vieja rencilla de una manera poco civilizada.

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En un palco de La Corregidora, el reportero Fernando Cevallos observó la situación. Acompañado de familiares y amigos, el colaborador en Fox Sports quedó sorprendido y hasta asustado de todo lo que se veía en el terreno de juego. Desde aquel día, en el que quedó marcado por lo vivido, no ha vuelto a una cancha de futbol con sus seres queridos.

Fernando recordó con ESTO uno de los episodios más oscuros de la Liga MX, donde tuvo que temer por la seguridad de los que más quiere. “Los recuerdos siempre llegan. Esa tarde estuve como aficionado, de hecho estaba de descanso, mi familia vive en Querétaro, un buen amigo me invitó, realmente fui como aficionado, estábamos viendo el partido, tranquilo, de repente nos sorprende ver que la barra de Querétaro comienza a moverse. Vemos que se vienen corriendo los de Querétaro, que pasan la primera reja y aparecen junto donde estaban los de Atlas. Botan la puerta, vemos conatos de bronca, se fueron replicando, pero en ese momento, eran poquitos, veías a dos por aquí, tres por allá, aislados, se va haciendo más grande y luego lo que todo mundo vio”, recordó.

Aceptó que no pensó que fuera para tanto. Se espantó poco después de que, en el mismo palco, vio las imágenes de los golpeados. “Seré muy sincero, la primera impresión fue el famoso qué está pasando. Lo único que pensamos fue la sanción al equipo, todo lo que se va dando, los golpeados, los jugadores, desde la zona donde estábamos, no se vieron esas imágenes de redes sociales, en el momento en el estadio, hubo miedo y pánico, por lo pronto de la parte donde estábamos, no se veían, ya conforme ves las imágenes, ves diferentes chats, te cae el 20 de la magnitud de lo que fue”.

Saberse a unos metros de los pseudoaficionados lo puso nervioso, sobre todo porque iba con dos infantes. “Fue muy impactante, yo iba con dos niños de seis y ocho. Los niños lloraban, nos los subimos atrás de la pantalla, pero lloraban, decían que no quería volver al estadio, que no le gustaba esto”.

Volver a una cancha como aficionado, desde aquel 5 de marzo, no ha vuelto a suceder. “Hasta la fecha he ido a coberturas, pero en plan de aficionado, con familiares y amigos, pues no, tendría que volver a hacerlo para saber si tengo algo, pero así, como tal pánico no. Entiendo a la gente que tiene temor de llevar a su familia, yo iba con un niño de seis años que decía que ya no quería ir al estadio. ¿Cómo se convence de que es un hecho aislado? ¿Cómo le dices que eso no pasa siempre? Él quiere ser futbolista, pero me dejó claro que si ese tipo de cosas pasan, no quiere. Los estadios deberían ser sitios seguros, sitios familiares, creo que deberían de erradicar las barras y la solución llegaría”, remató.

LAS AUTORIDADES IGNORARON LA RIVALIDAD ENTRE GALLOS Y ATLAS

Para entender el rencor que Querétaro y Atlas tienen, hay que remontarse al Clausura 2007. La pelea del descenso se ponía cada vez más interesante. Gallos Blancos, Santos Laguna y Veracruz, comenzaron el campeonato en búsqueda de evitar la quema. Conforme pasaban las jornadas, los Tiburones Rojos dejaron la pelea entre laguneros y queretanos.

La última jornada definió al descendido. Los Guerreros derrotaron por 3-0 a La Máquina, mientras que los plumíferos cayeron en el Jalisco ante los Zorros. El descenso emplumado se consumó el 30 de abril del 2007.

Fernando Cevallos estuvo en aquel choque en el Coloso de la Calzada Independencia. Como si lo hubiese vivido hace un par de días, recordó cómo nació la rivalidad.

“La bronca y la rivalidad que traían Atlas y Querétaro, sus barras, comenzó cuando Querétaro desciende en el Jalisco contra el Atlas. Empatando o ganando se salvaba, muchos de Querétaro hicieron el viaje, más de 20 mil Gallos. A mi me tocó cubrir ese partido y recuerdo que terminando el partido, la barra de Atlas agredió a la gente de Querétaro fuera o no barrista, volaban palos, vidrios, aventaban de todo, si veían una placa que Querétaro le aventaban piedras a los carros, fue muy peligroso. A partir de ahí comenzó esta rivalidad tonta, estúpida con la barras de ambos”, explicó a ESTO.

La revancha queretana se iba a dar, Cevallos lamentó que la directiva plumífera desconociera la historia entre ambos. “Siempre la barra de Querétaro dijo que se la iba a cobrar y se la cobró ese día. La nueva directiva de Querétaro no tenía los antecedentes, la seguridad y elementos que había no eran los indicados. Dimos una muy mala imagen, se ha hablado de muchísimas cosas, que si había grupos infiltrados o más que no vienen ni al caso. Yo, por el tiempo que cubrí a Querétaro, por lo que he vivido allá, sé que esto fue una venganza como tal de la porra, por lo que había pasado en el Jalisco, lo planearon muy bien, sabían que no había tanta seguridad, sabían que podían infiltrar gente con la seguridad, lo tenían planeado y creo que se les salió de las manos, una imagen terrible, lo que yo esperaría es que esto no se vuelva a repetir, desde aquí la liga pueda ser más estricta con la seguridad, sobre todo erradicar las barras”.

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Descartó que se hayan ocultado heridos o incluso fallecidos. “Ese tema no lo creo, sería muy complicado hoy en día, con redes sociales es difícil. Después de lo que pasó, que no hablara algún familiar o algo así, sería complicado. De hecho, vi a algunos aficionados que salían en esas imágenes, los que aparecían en todas las fotos por redes sociales, saliendo del hospitales en Querétaro. El Razor, ese aficionado con el escudo del Atlas tatuado en el pecho, lo trasladaron en helicóptero. Incluso la mamá salió a decir que no estaba muerto, sin las pruebas como tal, no podemos asegurar lo que hubo. Afortunadamente no hubo, dimos una pésima imagen”, sentenció.

QUERÉTARO NO ES UN LUGAR AGRESIVO

El estigma que Querétaro tomó después de lo vivido en el estadio La Corregidora el 5 de marzo del 2022 no se ha ido. Fernando Cevallos, colaborador de Fox Sports, y quien estuvo en la grada aquel día, aclaró que el estado siempre ha sido conocido por su tranquilidad y que no sería justo que se juzgara a la gente que vive en este sitio por unos cuantos inadaptados.

“Querétaro no es un lugar peligroso. Mucha gente tiene en la cabeza lo que es después de esto. Yo viví allá y es tranquilo, es seguro, un estado muy pacífico, pero después de lo sucedido, se entiende. Es por eso que el gobierno de Querétaro tomó muchas medidas, puso mantas en todo el estadio pidiendo respeto, tolerancia, tratando de promover esta imagen de que es un deporte, no es la guerra, a la ciudad le pegó también muchísimo, todo el mundo siente que Querétaro es segura, sí lo es, pero la gente, después de esto, ya piensa otra cosa”.

No se explica como hubo aficionados que celebraron lo hecho por la barra. “Fueron imágenes dantescas de los aficionados festejando, como si hubiera sido algo qué presumir. Nosotros estábamos arriba de la afición del Atlas, atrás de ellos, pero mientras sucedía, veíamos cómo se sacaban fotos”, dijo y agregó que la medida de que no haya gente visitante no es la solución “ojo, las medidas contra esos aficionados fueron buenas, pero para que no vuelva a suceder, prohibir la gente visitante en los estadios tampoco se me hace la solución. Creo que todo pasa por las barras, esas deberían de desaparecer, volver a hacer los estadios familiares, eso sería perfecto”.

Por último, espera que el Fan ID funcione para que lo sucedido en Querétaro solamente quede como un recuerdo y no vuelva a suceder.

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