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18, enero 2023 - 16:30

┃ José Ángel Rueda

Brock Purdy va camino a la historia con los 49ers | Foto: AFP

Son tiempos extraños en San Francisco. En el 2021, los 49ers dieron sus selecciones de primera ronda del 2022 y 2023 a los Dolphins para poder subir en el NFL Draft y elegir desde la tercera posición, sólo por detrás de Jaguars y Jets.

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La necesidad imperante del entrenador en jefe Kyle Shanahan y el gerente general John Lynch de encontrar un mariscal de campo franquicia los obligó a mover ficha para seleccionar a Trey Lance, uno de los mejores prospectos del futbol americano colegial.

Dos años después, sin embargo, luego de lesiones y contratiempos, Lance apenas registra cinco touchdowns y tres intercepciones en ocho partidos, apenas cuatro como titular. Por el contrario, un joven de nombre Brock Purdy, última selección del pasado Draft, acapara todos los reflectores.

El hecho de que Purdy haya llegado a San Francisco como la selección 262 no deja de ser una paradoja, donde el talento y el carácter en un jugador se encuentra donde menos se espera. La coincidencia de que su nombre sea el último de una nutrida lista en la que antes que él fueron elegidos ocho mariscales de campo, le dio el mote de “Mr Irrelevant”, sobrenombre que se le suele dar a la última selección de cada draft. El tema es que muy pocos son los que en realidad destacan.

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TOMÓ RELEVANCIA

La progresión de Purdy en el equipo ha sido meteórica. A pesar de ser novato, desde los campos de entrenamiento mostró cosas interesantes, por lo que Shanahan no dudó en darle un lugar en roster, como el tercer mariscal de campo. En el papel, Trey Lance sería el titular, respaldado por Jimmy Garoppolo, aunque no era ningún secreto que la franquicia buscaba un intercambio por él, en parte por la confianza que existía en Purdy.

Las piezas poco a poco se fueron acomodando. Trey Lance sufrió una lesión en la semana 2, por lo que “Jimmy G” tomó las riendas. Cuando el equipo mejor jugaba, sin embargo, Garoppolo también tuvo que ser relevado debido a una fractura en la semana 13 ante los Dolphins, ahí entró al quite Purdy y la historia se ha escrito aparte.

A pesar de tener una cara de niño, la serenidad termina por imponerse en el gesto. Desde que tomó las riendas el equipo ha tomado una nueva dimensión. Sus pases suelen ser certeros y arriesga poco el ovoide. Por tierra tampoco lo hace mal, con una extraña capacidad para extender las jugadas y librar la presión, por más que el equipo contrario se le vaya encima. “Era como ver a Frank Tarkenton”, dijo Pete Carroll, entrenador en jefe de los Seahawks, a modo de explicación de lo complicado que fue para la defensiva capturarlo.

El novato ha ido superando los filtros. Ya no hay nervios en sus inicios y parece haber dejado atrás el impacto de la primera postemporada. Ante Seattle se mostró titubeante los dos primeros cuartos pero luego volvió a ser el de las semanas previas, con respuestas a cada uno de los contratiempos.

Definitivamente es el novato más sereno que he tenido. Ha sido así desde que llegó aquí”, dijo el coach Shanahan.

Sus números acompañan las sensaciones. No sólo transmite seguridad, sino que también pone puntos en el marcador. En seis inicios, incluyendo uno de postemporada, tiene marca de 6-0. Purdy ha completado el 63 por ciento de sus envíos para un total 1,706 yardas, 16 touchdowns y apenas cuatro intercepciones, números muy por encima de lo que se podría esperar para un mariscal de campo novato.

TIENE RECORRIDO

Egresado de Iowa State, Purdy conoce bien lo que es llevar las riendas de un equipo. En cuatro temporadas cosechó 12,170 yardas, 81 pases de touchdowns y 33 intercepciones. Fue capitán de los Cyclones, rompiendo algunos récords y recibió el premio Senior CLASS por su excelencia dentro y fuera del campo. El mariscal de campo de 23 años lleva el deporte en la sangre, su padre fue beisbolista y su hermano también es quarterback en la universidad de Florida.

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