6, enero 2023 - 6:00
El niño de 7 años ha logrado crecer en este deporte / Foto: Mariana Acevedo
Aunque tiene 7 años y apenas cursa el primer grado de primaria, Patricio Gómez vive al máximo competir en motocross, deporte de alto riesgo, pero que disfruta y le apasiona, por lo que algún día pretende dejar huella e historia, ilusión de un niño que a esa edad espera que los Reyes Magos le hagan realidad.
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“Estar en la moto es algo increíble. La velocidad y la adrenalina son sin duda las dos cosas que más me gustan de poder correr en moto”, dijo el pequeño en su visita al Diario de los Deportistas.
“Mi familia a veces se preocupa mucho cuando van a verme a mi competencia, pero yo siempre trato de decirles que se queden tranquilos, porque es algo que me gusta, es algo que me divierte y me sé cuidar”, añadió con una sonrisa inocente.
A los 4 años disputó su primera competencia y ahí descubrió que el motociclismo no solamente era un pasatiempo, sino su pasión.
“Me acuerdo que cuando era chiquito, mis papás me llevaban a las competencias de mi tío y ahí me enamoré de las motos. Siempre que podía verlo me emocionaba más y más, porque lo veía contento, él estaba feliz y además, el escuchar el ruido de las motos hizo que me metiera en esto”, comentó.
Jonathan Gómez, multicampeón nacional que dominó en los 90 y principios de los 2000, fue el familiar que le heredó ese deporte a Patricio y aunque ya no sigue en vida, lo recuerda con mucha ilusión.
“Mi papá me platica mucho de él y yo me acuerdo de cuando iba a verlo, me hubiera gustado que siguiera y pudiera verme competir, pero seguro que desde el cielo me ve y me echa porras”, señaló con nobleza.
Con una moto más grande que él y un uniforme de competidor profesional, posó para la lente de ESTO, en donde más allá del rostro serio y porte de piloto, dejó que vieran su lado infantil.
“¿Puedo poner mi cara seria?”, preguntó con esa simpleza que caracteriza a un niño de su edad.
Un par de globos azules a un lado del estudio y el pequeño no pudo evitar voltear, tomar uno y jugar: “¿Con éstos también me pueden fotografíar?”, insistió.
Gómez tiene en casa cinco motos, las cuales han sido sus cómplices camino a su sueño de profesional, pero nada es suficiente cuando se trata de la llegada de los Reyes Magos:
“Es una de mis noches favoritas, hay días en los que a veces no puedo dormir, pero ahora ya me siento más calmado y ya escribí mi carta en la que les pedí una moto 65. Hay veces que me traen juguetes, entonces si me traen aparte de la moto está bien y si solamente es la moto no pasa nada, porque es lo que más quiero”, recalcó.
Patricio siempre está acompañado de sus papás y aunque saben que es un deporte de alto riesgo, no dudaron en apoyarlo: “La verdad es que ya estoy acostumbrada a vivir con esa adrenalina, creo que ya es algo familiar, por su tío que corría, mi esposo, ahora él y aunque si es algo que tiene que tener cuidado, siempre estoy ahí para darle ese cobijo e impulsarlo a que cumpla sus metas, ya que al final del día, esto le ha ayudado a descubrir toda esa parte de disciplina y que si quiere ganar algo, tiene que hacerlo con trabajo, esfuerzo y dedicación”, mencionó su mamá.
En cuanto a su papá, quien también compitió en su momento, no ocultó el orgullo hacia su pequeño: “El verlo ahí, claro que es algo que nos ilusiona, es un deporte familiar y ahora que él no lo vea como un juego, sino que le ponga seriedad y se meta a las competencias, claro que nos hace ilusión, así que yo solamente le quiero decir a mi hijo que todo le va a costar trabajo, pero si es constante y lo quiere lo puede lograr”, finalizó.
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