Gerardo Martino ha dirigido un Mundial con Paraguay y ahora con México, pero nunca pudo hacerlo con Argentina, su país. No fue por falta de oportunidad, sino que él mismo decidió ponerle fin a su aventura con la selección albiceleste a dos años de la Copa del Mundo de Rusia 2018, al presentar una sorpresiva renuncia. La historia del técnico que puso la dignidad por encima del sueño se recuerda con cierta nostalgia y alimenta una pregunta que jamás tendrá respuesta: ¿Hasta dónde habría llegado ese equipo si Martino hubiera decidido seguir? 

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La historia del ‘Tata’ con la Albiceleste se remonta al año 2014. Encumbrado por el título conseguido con Newell’s Old Boys y un extenso palmarés en el futbol paraguayo, donde fue multicampeón al frente de Libertad y Cerro Porteño, además de firmar una brillante participación con la selección guaraní en Sudáfrica 2010, al llegar hasta los cuartos de final, el técnico llegó a la Argentina con la misión de trascender tras la salida de Alejandro Sabella. 

El choque de actualidades era fuerte. Argentina venía de ser subcampeona del mundo y Martino de una temporada en blanco con el Barcelona. Pero había confianza. ‘El Tata’ no decepcionó en su labor de hacer de la albiceleste un equipo serio, contendiente a todo. El entorno no era sencillo. Por entonces, el equipo acumulaba una larga racha de traspiés, con la Copa América de 1993 como el último gran título.

Martino se ganó pronto la confianza de los aficionados y tras una serie de amistosos, encaró la Copa América de Chile 2015, su primera gran competición, con la única consigna de levantar el título. Aquel equipo se quedó cerca, pero una derrota en penaltis en la final ante los locales supuso una desilusión grande.

Argentina llegó a una nueva final un año después, en la Copa América Centenario. La derrota ante Chile, una vez más en penaltis, fue como un golpe doble. Un nocaut que derivó incluso en la renuncia de Messi a la selección. “El futuro, si uno se lo pone a pensar hoy, es difícil, abrumador. Pero tantas veces los deportistas se levantan y ellos se han levantado, que lo volverán a hacer”, dijo el Tata tras el segundo revés, en un discurso menos personal que acaso anticipaba la tormenta. 

Gerardo Martino renunció al cargo una semana después de la dolorosa caída en el MetLife Stadium de Nueva York. En su paso por la Albiceleste, dirigió 29 partidos, de los cuales ganó 20, empató cuatro y perdió cinco. A pesar de las dos finales perdidas, desde la AFA existía confianza de que el técnico se mantuviera al frente del equipo, en parte porque sus números eran buenos, pero también porque en la crisis que atravesaba el futbol argentino no había muchas opciones mejores que él. 

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La renuncia, en carácter de irrevocable, dejaba ver que la decisión de Martino poco tenía que ver con el futbol, sino con el tema institucional y las pocas garantías que ofrecían las autoridades para la conformación del plantel que competiría en los Juegos Olímpicos de Río, semanas más tarde.  

Martino se sintió traicionado. No hubo el apoyo que esperaba para sacar a flote el barco.

Ahora con México, ante Argentina, buscará aprovechar que el entorno de su país le negó. 

SUS NÚMEROS CON ARGENTINA 

PARTIDOS: 29 

VICTORIAS: 20 

EMPATES: 4

DERROTAS: 5

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