El Gran Premio de México siempre ha sido uno de los eventos más reconocidos en el calendario de la Fórmula 1, no sólo por las grandes hazañas que hemos visto en el Autódromo Hermanos Rodríguez, sino por el cariño que los mismos pilotos y escuderías tienen a nuestro país. Es así como hoy recordamos la vez que Max Verstappen llegó a la gran carrera a bordo de un microbús.

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La Fórmula 1 llega de nueva cuenta a nuestro país este fin de semana con el Gran Premio de México en donde Checo Pérez llega con la moral en alto para tratar de conseguir una victoria que sería histórica, no sólo para nuestro país, sino para el mundo del automovilismo en general.

Fue rumbo al Gran Premio de México en su edición 2017 cuando Red Bull y Max Verstappen decidieron probar algo de lo que es nuestro país, empezando por probar tacos de canasta con salsa verde y después, arribar al autódromo a bordo de un clásico microbús.

En aquella ocasión, Verstappen quiso empaparse de lo que es México y pudo convivir con el luchador Carístico, además de probar los toques eleéctricos. Por último escuchó la canción de mariachi más famosa de nuestro país, el Cielito Lindo, justo antes de llegar al lugar de la carrera en donde por cierto, fue ganador, por delante de Valteri Bottas y Kimi Raikkonen.

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Verstappen siempre ha estado enamorado de México

El piloto neerlandés siempre ha mostrado el gran cariño que tiene por nuestro país y desde la llegada de Checo Pérez como compañero suyo en Red Bull, la relación entre Mad Max y México, se ha vuelto mucho más estrecha. Max, hermano, ya eres mexicano.

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