27, septiembre 2022 - 11:02
Ricardo La Volpe estuvo cerca de ser campeón en Argentina / Foto: Mexsport
El director técnico Ricardo La Volpe reveló que su etapa en Boca Juniors no fue precisamente la más grata, no solo porque el estratega se quedó a nada de levantar el título de Argentino, sino porque también sufrió discriminación de parte de la escuadra xeneize.
“Cuando llegó a Boca no era de ellos, tan así que me decían ‘el mexicano’: ‘¿Qué quiere este mexicano’, yo lo escuchaba. La verdad, yo no podía creer… hay cosas en el futbol que también enseña”, declaró el argentino en charla con La Volpe.
El propio ‘Bigotón’ consideró que no encontró la forma de llegar al grupo para ser bienvenido, algo que al final le pasó factura.
Esta anécdota es oro. La grosería que le hizo ‘Cata’ Díaz a La Volpe en Boca Juniors… pic.twitter.com/UD6n2708ru
— Alvaro Cruz Santibáñez (@AlvaroCruzS) September 26, 2022
“No le llegaba al grupo y eso es error de un técnico. Increíblemente no me di cuenta de decirle a estas figuras, porque yo sabía qué grupos había, las notas en las concentraciones en qué mesa se sientan, ya sabes cuál es el grupo, los amigos… debí llevarlos a tomar un café, una cena y preguntarles qué piensan, me faltó eso”, agregó durante la charla.
Ricardo La Volpe comentó que también sufrió groserías de parte de elementos importantes como Martín Palermo o Daniel Díaz.
“Me faltó ser más inteligente. No me dejaban jugar fut tenis. El día antes del partido hago movimientos, refresco memoria, cómo nos vamos a parar en pressing, córner a favor y en contra, media hora. Fut tenis, otros a masaje, y no me dejaban jugar. Estaban Cata con Marino, del otro lado Palacio con Palermo, entonces miro y le digo a Marino: ‘hoy vamos a preparar algo’, era el que sabía que estaba bien conmigo, lo hacía jugar de 10 y estaba contento igual que Gago”, mencionó.
El timonel relató que en una oportunidad para poder jugar tenis balón, Marino fingió que le llamaban por teléfono, pero el resto de los elementos le dijeron que esperarían a su compañero con tal de no dejarlo participar.
“A Marino lo llaman por teléfono, mentira, era una trampa que habíamos hecho nosotros, él se va: ‘Uy sí, necesitaba esa llamada, gracias’. Me meto a la cancha a jugar, Cata agarra la pelota: ‘No, lo esperamos’, así es el futbol, ni me calenté”, finalizó.
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