Los ánimos están a punto de incendiarse. Saúl “Canelo” Álvarez marcó 167.4 libras al cumplir con el pesaje reglamentario, momentos después de que Gennady “GGG” Golovkin paró la báscula en 167.8, con lo que ambos guerreros se irán a hacer los últimos ajustes en sus estrategias y ya solamente restará esperar a su combate de este sábado en la T-Mobile Arena de Las Vegas, por el campeonato universal unificado de peso supermedio WBC, IBF, WBO y WBA, en poder del ídolo de Jalisco

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Habrá un trofeo especial para el ganador, el deslumbrante Cinturón Guerrero Jaguar Zapoteca, que el promotor Eddie Hearn exhibió entre los contendientes en la ceremonia obligatoria del pesaje.

El cara a cara entre Saúl y Gennady fue un tanto prolongado. Aunque las miradas estaban cargadas de furia, no hubo incidente alguno, lo que mueve a pensar que el “Canelo”, con todo y reiterar que saldrá en pos de un desenlace rápido, lo hará de manera pensante, sin precipitarse, pues él mismo ha dicho que actuar de otra manera no es conveniente ante un enemigo de la talla del europeo del este.

Las festivas notas de El Rey se escucharon en repetidas ocasiones, al igual que el Son de la Negra, lo que exacerbó la pasión por un nuevo aniversario de nuestra independencia tanto entre aquellos que viven en la Unión Americana como entre los miles que viajaron desde suelo azteca para presenciar la tercera edición de esta rivalidad histórica que ha arrojado 24 rounds muy parejos, con un empate y un triunfo para el tricolor.

“De la tierra del tequila y los mariachis, el orgullo del pueblo mexicano Saúl ‘Canelo’ Alvarez”, se escuchó por parte del anunciador, mientras el alumno de Chepo y Eddy Reynoso se dirigía hacia la romana.

Al decirle el entrevistador a “Canelo” que un minuto antes Golovkin había dicho que no vio nada nuevo en su mirada en el frente a frente, el mexicano asentó:

“Quizás en mis ojos no tiene que ver nada nuevo, lo que tiene que ver nuevo lo va a ver mañana”.

También se le señaló que Golovkin comentó no tener comentarios sobre su pronóstico de nocaut, y Saúl aseveró: “Es lo que quiero (el KO), sé que tengo un gran peleador (enfrente), que no va a ser fácil, quiero terminar antes de los 12 asaltos y desde el primero voy a buscar hacerlo”.

Al pedirle un mensaje para el público, Álvarez clamó: “Gracias a todos por estar aquí, los aprecio mucho, espero que mañana disfruten una gran pelea ¡y que viva México, cabrones!”.

Por su parte, “GGG” declaró ante el micrófono, luego de establecer que, efectivamente, no haría comentarios sobre al vaticinio de Saúl de que buscará noquearlo:“ “Hoy es el día grande, día la independencia, gran día para el país (México); sólo para los fans del boxeo, ustedes saben quién es el real campeón”.

Los organizadores calcularon cuatro mil personas presentes a las afueras de la T-Mobile Arena para el evento en que ambos tenían un límite de 168 libras. Un numeroso sector apoyó a Gennady con gritos repetidos de “Triple G”, lo que hace presagiar que el ambiente arderá dentro del lujoso escenario, mismo que ha sido testigo de sus dos enconadas guerras anteriores.

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