6, septiembre 2022 - 6:00
Foto: Luis Garduño ESTO
El Puerto de Veracruz vio nacer a un diamante en bruto para la Lucha Libre Mexicana: su nombre, Jarochita. Hija de un padre que se dedicaba a luchar en los rings locales, le heredó el amor por el pancracio y ella nunca más lo volvió a soltar.
“La Lucha Libre me atrapó tanto que hoy por hoy es lo que más amo, es lo que más me gusta hacer”, señala la estelar amazona en entrevista exclusiva con ESTO.
En el seno de una familia sin aficiones por la lucha libre, Jarochita encontró en su padre – conocido en el mundo luchístico como Imperial– la oportunidad para incursionar en este deporte espectáculo que la enamoró desde pequeña.
Primero, fue aficionada al fútbol e inquieta desde su infancia. Irónicamente su corazón no le pertenecía a los Tiburones Rojos de Veracruz, sino a las Águilas del América.
Sin embargo, a su padre no le gustaba que ella estuviera corriendo detrás de un balón y “fue el culpable de que hoy en día sea la Jarochita. Él me sacó del fútbol para dedicarme a la lucha libre que es mi gran pasión”.
Entonces, la hoy gladiadora un buen día se quitó los tacos de fútbol para cambiarlos por un equipo de luchadora y se metió a entrenar con él a un pequeño gimnasio en Veracruz.
La emoción corrió por sus venas cuando pisó un ring por primera vez para dar sus primeras maromas al lado de su padre, esa ex futbolista quedó enredada en la Lucha Libre y, desde ese momento, inició una carrera de más de 18 años en el mundo de las llaves y los costalazos.
La suerte suele ser caprichosa. A la Jarochita le tocó un duro sinodal en su debut como profesional de los encordados: su papá y maestro, quien le advirtió que no tendría compasión.
“Él me dijo: arriba del ring no somos nada, abajo soy tu papá, pero arriba no somos nada”, así le anunció una derrota sin piedad alguna por el vínculo familiar, además de avisarle que esa lucha sería una prueba de fuego, donde se decidiría su futuro dentro de los cuadriláteros.
Llevarse la mano en alto esa noche no fue posible, bajando del ring recibió dulces consejos del que momentos antes la desconoció en el combate, pero el tener la aprobación de su verdugo fue la mejor satisfacción: “Mi papá me felicitó, me dijo que tenía madera para esto (la lucha libre) y que si yo quería seguir, adelante”.
Años más tarde, llegar a la capital no fue cosa fácil, menos con un niño de dos años, que funcionó como motor para que la Jarochita trabajara duro y se convirtiera en una de las amazonas estelares dentro del Consejo Mundial de Lucha Libre que estarán en el 89 Aniversario de la ‘Seria y Estable’.
Los ojos de Jarochita se iluminan al recordar su motivo para subir todos los días a un ring “Yo no deje el Puerto de Veracruz para venir a ser una más del montón. Llegué aquí para ser una gran estrella, una gran amazona y eso es lo que estoy demostrando cada día que me subo al ring”.
La Jarochita
Bando: Técnico
Llave: Cruceta a las piernas con puente.
Peso: 65 kgs.
Estatura: 1.62 mts.
Lugar de nacimiento: Veracruz, Ver.
Profesores: El Imperial, Gran Apache, Villano IV, Shocker y Último Guerrero
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