Andrés Lillini tiene muy claro que no piensa renunciar a Pumas, pues considera que sería una actitud de “mercenario” dejar al equipo botado en plena crisis, además de que mantiene su optimismo para salir rápidamente del bache en el que se encuentra su equipo.

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“No, no se me pasó por la cabeza renunciar, tampoco soy un ignorante, un desalmado, ni un mercenario. No se me pasa por la cabeza porque no puedo dejar este grupo a la deriva, lo más fácil sería decir “chao, gracias por todo” y poner a mucha gente contenta de que venga otro entrenador. Soy bastante duro conmigo mismo. Le agradezco mucho al Dr.Mejía Barón y a Leopoldo Silva por ratificar la confianza en mí y en el proyecto, vamos a tratar de darle vuelta en la jornada doble”, dijo con conferencia de prensa.

Para muchos, la remontada contra Atlético de San Luis, las goleadas ante América y Santos, así como no conocer la victoria desde hace seis partidos sería suficiente para pensar que el proyecto del argentino ha tocado fondo, sin embargo, Lillini no lo considera de esa forma.

“No, mi peor momento fue cuando fuimos con Toluca que la gente se despidió muy mal de mí, y con Necaxa de visitante. Hoy entiendo más no comparto que me lancen una botella y casi me caiga en la cabeza desde la platea detrás de las bancas. Hubo momentos peores en que sí pensé que se había terminado el ciclo y después con la confianza de la directiva lo sacamos adelante”, aseguró.

El argentino piensa que las fallas que hoy en día sufre Pumas las han tenido anteriormente, pero había referentes que sacaba los partidos adelante, lo cual entiende que ya no se encuentran como tal.
“Jugamos mal, el equipo se parte y se desincroniza. Antes tal vez teníamos las mismas fallas sin embargo había referentes que nos sacaban adelante. Hoy perdimos eso, y el grupo lo tendrá que encontrar rápido porque en 72 horas volvemos a jugar. Estas inercias son complicadas, lamentable para todo lo que es esta institución. No hacen muchos goles y así es imposible salir adelante”, aseveró.

Finalmente, Lillini desaprobó los fuerte abucheos del público para Julio González y Dani Alves, y pide paciencia a la afición universitaria.

“No me parecen normales ni propios, sabemos de dónde vienen. Son jugadores que son íntegros, que dejan todo y no lo comparto porque después en las buenas los abrazan como han hecho con Julio. Yo le pido a la afición que tenga paciencia y tranquilidad porque no estamos para eso, todo tiene un límite”, concluyó.

El siguiente compromiso de Pumas será el miércoles 24 nuevamente como local ante los Tigres de Miguel Herrera, que marchan terceros en la tabla general con 19 puntos.

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