Luego de que Chivas y Pumas completaron una jornada más sin obtener los tres puntos en el presente torneo, las dudas en torno a los entrenadores que comandan sus proyectos comienzan a hacerse más fuertes y gran parte de aficionados apunta a que son los principales culpables de la mala racha, sin embargo, como ya es costumbre en el futbol mexicano, se ataca siempre a quien en teoría es el responsable, pero no se juzga como se debe a los que de verdad hacen el trabajo: los jugadores.

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Empezamos por el caso de Ricardo Cadena, quien llegó a Chivas a finales del torneo pasado y con 4 victorias consecutivas pudo sacar a los rojiblancos de la parte media de la tabla y meterlos hasta Liguilla tras pasar por encima de Pumas en Repechaje. Ya en la fiesta grande, el chiverío se vio superado por su rival de ciudad y con un apretado global de 3-2 cayeron eliminados, sin embargo, el resurgir del buen juego y la forma de los jugadores hizo soñar a más de uno con que el torneo Apertura 2022 sería épico para Chivas, vaya error.

Primero la directiva rojiblanca sólo pudo concretar dos refuerzos de los cuatro que pidió Cadena y la falta de nuevo talento en el equipo se notó de inmediato. La caída de nivel de referentes del club como Hiram Mier, Cristian Calderón y Luis Olivas, propició que los rojiblancos lleguen a la fecha 10 del campeonato con sólo 6 puntos conseguidos a pesar de que en varios partidos dominaron el juego y merecieron un poco más.

El caso de los Pumas es diferente. La directiva le cumplió cada capricho posible a Andrés Lillini, pues además de los super fichajes que realizaron con las llegadas de Gustavo del Prete y Eduardo Salvio, las contrataciones de César Huerta y el histórico Dani Alves parecían complementar una de las plantillas más talentosas de todo el futbol mexicano, sin embargo, estamos ya a mitad de torneo y los universitarios sólo han obtenido una victoria en el torneo y con sendas derrotas ante Barcelona y América, las dudas en torno al funcionamiento de Lillini como entrenador cada día aumentan más, pues contrario a lo que nos tenía acostumbrado, los Pumas no han jugado bien y varios de los empates conseguidos en el presente torneo, se han obtenido más por suerte que por mérito propio.

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¿Quién terminará el torneo?

Parece que tarde o temprano la directiva rojiblanca o la auriazul deberá tomar la decisión de terminar el ciclo de uno de los dos entrenadores en caso de que no puedan levantar en las próximas fechas, sin embargo, es más que conocido la poca paciencia que suele tener Chivas con sus entrenadores, contrario a los Pumas, que además, ya saben lo que es llegar a finales de la mano de Lillini.

Esperemos que por el bien de ambas instituciones y sobretodo, del futbol mexicano, estos dos clubes grandes puedan reaccionar para darle más sabor a las instancias finales de la Liga MX.

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