El hervidero que el estadio Olímpico Universitario vivirá hoy cuando dos de los cuatro grandes choquen en el Clásico Capitalino todavía no comenzó

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En una cancha donde se respira futbol, el sol y las pocas sombras fueron la característica a 24 horas de uno de los encuentros más apasionante de la Liga MX.

El inmueble que fue la casa de los Juegos Olímpicos en el 68 se alistó para recibir a uno de los máximos rivales del equipo de casa, que, paradójicamente, también fue local previo a su arribo al estadio Azteca.

América llegará a Ciudad Universitaria con poco apoyo. No habrá porras visitantes, no por temor o prohibición, simplemente para respetar el espectáculo y no vivir uno episodio de violencia, que en el último tiempo se han dado en el balompié nacional.

Con la torre de rectoría y la biblioteca central como máximos espectadores, la guarida de los Pumas luce a la perfección. Hubo turistas que se bajan para fotografiar el mural de Diego Rivera engalana la fortaleza auriazul y se corona con el pebetero que en su momento Enriqueta Basilio encendió para comenzar con una competencia histórica para nuestro país.

Darle la vuelta al inmueble no fue un problema. La gente de la UNAM abrió las puertas ESTO a las inmediaciones del estadio con el fin de mostrar los rincones más bellos del inmueble.

El astro rey, a plomo, sacó el brillo de las gradas, que a lo lejos están listas para recibir la pasión por los auriazules y los azulcremas. El choque que divide a la Ciudad de México está a horas de comenzar y todos los apasionados buscarán un boleto para ingresar.

No faltó el despistado que no sabía la situación actual. “Oye carnal, ¿no sabes sin van a abrir las taquillas?”, preguntó un aficionado con su novia a la seguridad de la casa felina, la negativa no lo mermó “me voy a venir temprano para alcanzar, vamos a ganarle a las gallinas”, remató el seguidor felino con la ilusión de que los Pumas dejen atrás su racha de empates.

La tienda Puma es otra que se vio tranquila. La llegada de Daniel Alves los hizo vender toda la bodega y será recién ante las Águilas que volverán a tener la nueva piel de los de Andrés Lillini. Los estampados y más accesorios también podrán ser adquiridos por todo aquel que guste.

El final del recorrido terminó a un costado de la entrada principal sobre la avenida de los Insurgentes. El Pumabus se hizo presente y los usuarios no tardaron en observar la magnifica estructura de los arquitectos Augusto Pérez Palacios, Jorge Bravo y Raúl Salinas Moro, inaugurado hace 69 años un 20 de noviembre de 1952.

La cancha está lista, los aficionados no faltarán, el Clásico Capitalino volverá a vibrar con una nueva edición del enfrentamiento entre Pumas y Águilas.

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