Ashley tenía 14 años la primera vez que fue atajadora en el Abierto de Los Cabos, seis años después, ya con 20, es testigo de cómo ha crecido el torneo a lo largo de seis ediciones; el complejo, los jugadores y ella misma ya no son los mismos, juntos han venido de menos a más y es por eso que la cita cada verano es imperdible, es la época del año en la que se reencuentra con su “familia”.

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“La primera vez que vine era una niña, ahora soy grande. Las instalaciones han mejorado, se han hecho mucho más grandes, también los jugadores han mejorado mucho, en esta edición trajeron al número uno del mundo, es increíble”, dijo en charla con ESTO tras una convivencia que los atajadores tuvieron con el tenista argentino Tomas a Etcheverry.

Así como Ashley es entusiasta, también reconoce que pararse en la pista por varias horas, muchas de ellas bajo el sol, Es una labor que requiere mucha disciplina, por lo anterior, pide que les llamen atajadores, no peloteros,niños o cualquier otro mote, pues su labor merece ser reconocida con el nombre correcto.

“Nos deben llamar atajadores porque a cualquier persona le puedes llamar niño o como sea, que nos llamen atajadores nos da la posición, nos da reconocimiento del trabajo que estamos haciendo porque somos una pieza importante de este equipo”, recalcó.

Este año Ashley tendrá la oportunidad de conocer a Daniil Medvedev, así como en el 2019 vio coronarse a Diego Schwartzman en el mejor partido que recuerda en su paso como atajadora.

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