ÁLVARO ZALDAÑA

FOTO | @SCHECOPEREZ

Si bien la Fórmula Uno es uno de los deportes que más espectáculo puede causar en el público, también es de los más riesgosos. Y aunque últimamente el margen de los accidentes graves se haya reducido, es una consecuencia del aprendizaje que dejaron tragedias como la de Jules Bianchi.

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El piloto francés murió en el 2015 luego de estar casi un año internado por un fuerte impacto en el Gran Premio de Japón, y a siete años de su partida, varias estrellas actuales de la F1 lo recordaron, incluyendo a Sergio Pérez.

En sus redes sociales, “Checo” escribió: “Te extrañamos, Jules”, junto con una foto con el francés a principios de la década pasada.

La imagen que publicó el mexicano contiene un trasfondo importante. En el 2011 durante su temporada debut en la máxima categoría con Sauber, Pérez fue invitado por Stéfano Domenicali, actual presidente de la Fórmula Uno y entonces director de Ferrari, para formar parte de su academia y realizar pruebas con el monoplaza F60, aquí se encontró con Jules.

En la prueba, Bianchi registró una mejor vuelta a bordo del bólido del 2009 al cronometrar 1.00.213, por encima de “Checo” que hizo 1.00.650. Sin embargo, desde la perspectiva de los encargados de Ferrari ambos lo hicieron de gran manera y fueron catalogados como promesas. De hecho Luca Baldisserri, quien fuera encargado de la academia, resaltó la calidad del mexicano al decir que “es muy maduro para su edad y exhibió un entendimiento que va más allá del tiempo que ha pasado conduciendo los monoplazas”.

Después de la prueba, Pérez y Jules se tomaron posaron con algunos niños que presenciaron la prueba, para tomarse la foto que el mexicano publicó este lunes.

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LA MUERTE DE JULES BIANCHI

Luego de la prueba, el francés fue cedido a Force India en calidad de piloto de reserva y participó en las pruebas libres de los GP de China, España, Silverstone, Hungría, Monza, Corea del Sur y Abu Dabi, aunque su primera experiencia como titular llegaría en el 2013 con la escudería Marussia.

Con el equipo ruso, Bianchi corrió 19 grandes premios ese año pero no pudo sumar ningún punto, aunque sí se llevó algunos reflectores por su osada manera de conducir, por lo que era catalogado como una de las promesas del “gran circo”, y podría convertirse en lo que hoy es Charles Leclerc.

Para el 2014, consiguió sus primeros dos puntos al finalizar noveno en el GP de Mónaco, pero no pudo terminar el campeonato ya que sería este año donde sufriría su trágico accidente.

En la vuelta 43 del Gran Premio de Japón celebrado el 5 de octubre, Bianchi perdería el control del auto en la curva 7 a causa del pavimento mojado y se deslizó de frente a 126 kilómetros por hora, hasta impactarse de manera escalofriante con una grúa que se trataba de retirar otro bólido que había terminado en ese mismo punto la vuelta anterior.

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Fue trasladado inmediatamente a un hospital cercano inconsciente. Al día siguiente, la Federación Internacional del Automóvil (FIA), anunció que el francés se encontraba estable pero estado crítico, asimismo se anunció que había sufrido una lesión difusa axonal, es decir, un daño devastador en un punto focal del cerebro.

Para noviembre del 2014, fue trasladado a su natal ciudad de Niza donde pasó ocho meses sin mejoría hasta que finalmente falleció el 15 de julio a los 25 años.

La muerte de Jules Bianchi ha sido la última que se ha suscitado en la Fórmula Uno hasta la fecha, y la primera en 20 años después de la de Ayrton Senna en 1994.

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