MIGUEL ÁNGEL MÚJICA

Foto: Luis Garduño

Pocas emociones, una que otra atajada y dos lesiones de consideración, fue el resultado de un dormilón empate en el Azteca entre América y Atlas. Águilas y Zorros demostraron la falta de ritmo, el 0-0 en Santa Úrsula solamente confirmó que todavía no son los equipos que esperan sus aficionados.

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Las lesiones fueron las que dijeron presente. Cada uno sufrió con un jugador. Roger Martínez del lado amarillo, Mauro Manotas del otro. Se notó que fue la primera fecha.

Al juego en el Azteca le costó arrancar bastante. Sin referentes en el ataque por la ausencia de Jonathan Rodríguez y Julio César Furch, los técnicos confiaron en la juventud de Román Martínez por los cremas y Ozziel Herrera por los rojinegros.

La falta de experiencia hizo que el encuentro fuera de más a menos. Roger Martínez y Diego Valdés comenzaron con un monólogo azulcrema que no terminó de la mejor manera. Las Águilas revolotearon el área de Camilo Vargas. Zendejas con un zurdazo y Layún con dos zapatazos mostraron el dominio amarillo que por falta de puntería no se confirmó en el marcador. No todo fue bueno para los cremas. En una disputa por el balón, Roger quedó tocado y cuando intentó correr, no pudo seguir. El juvenil Íker Moreno entró al quite.

Atlas aprovechó la desatención emplumada. Herrera sacó un punterazo de media vuelta que el palo mandó a tiro de esquina.

La lluvia se hizo presente para el complemento. América fue el que quiso atacar. Valdés dejó solito a Moreno. El forjado en Coapa adelantó demasiado y Camilo detuvo sin problemas.

Los cambios mermaron todavía más el espectáculo. Viñas entró por las Águilas, Manotas y Flores por lo Zorros. Los pases imprecisos fueron constantes.

La más clara la tuvo Julián Quiñones. Rocha lo dejó solito y el colombiano se la estrelló a Cáceres.

La cancha le jugó una mala pasada a Manotas. Mauro cayó a los pies de Aquino, quien pidió de inmediato la asistencia. Al cafetalero se le quedó la rodilla y abandonó el terreno de juego.

La gente abandonó la grada a cinco minutos del final sin saber que Ochoa volvería a ser la figura. Reyes y Quiñones triangularon. Memo, con las manos, evitó la derrota.

No hubo más en el estadio dos veces mundialista. Se notó que era la fecha uno con un empate entre dos equipos que deberán ser protagonistas.

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